Tres activistas de Hong Kong fueron condenados el jueves por el Tribunal Superior a penas de cárcel de hasta seis años, después de que se declararan culpables de planear colocar una bomba en un tribunal y otros edificios públicos.
Fueron los últimos acusados en una serie de procesamientos contra el grupo “Returning Valiant”, que pide la independencia de China y ha instado a la resistencia ante una ley de seguridad nacional impuesta en 2020.
Los cargos se referían a planes realizados en 2021, después de protestas generalizadas a favor de la democracia.
¿De qué fueron acusados los tres?
Ho Yu-wang, de 20 años, Kwok Man-hei, de 21 y Cheung Ho-yeung, de 23, fueron acusados de “conspiración para cometer terrorismo” en virtud de la Ley de Seguridad Nacional.
Fueron acusados de planear fabricar artefactos explosivos improvisados y colocarlos en lugares públicos, incluidas oficinas gubernamentales, túneles que cruzan puertos, dependencias del personal de policía, ferrocarriles y edificios judiciales entre el 1 de abril y el 5 de julio de 2021.
Los tres fueron detenidos antes de que se pudiera fabricar o utilizar cualquiera de los dispositivos, debido a un operativo policial. La policía dijo que allanaron una habitación de una casa de huéspedes en 2021 y confiscaron equipo que se cree que se utiliza para fabricar explosivos. También alegaron que Ho había escrito notas diciendo que su objetivo era desestabilizar Hong Kong y formar un grupo de resistencia.
El juez del Tribunal Superior Alex Lee dijo que la atmósfera social durante las protestas a favor de la democracia en Hong Kong podría “empañar fácilmente el juicio moral de una persona… (y) podría convertir en radicales a personas que antes tenían un buen carácter”.
“No importa cuál haya sido el propósito de los acusados, el plan era sin duda maligno”, añadió.
¿Quiénes fueron los acusados?
Ho, quien fue el presunto autor intelectual del plan, fue condenado a seis años de prisión tras declararse culpable de un cargo de terrorismo.
Su sentencia se habría fijado en 10 años, pero el juez Lee dedujo cuatro años por su asistencia a la fiscalía, lo que ayudó a que Cheung se declarara culpable.
Para mitigarlo, Lee escuchó que Ho estaba agradecido de haber sido arrestado, lo que impidió que su plan se materializara al final, y que cambió su forma de pensar y reanudó sus estudios, particularmente de historia china.
Cheung y Kwok, condenados a seis años y 30 meses de prisión respectivamente, se declararon culpables de conspiración para “provocar explosiones que puedan poner en peligro la vida o causar daños graves a la propiedad”.
Los fiscales dijeron que Cheung había proporcionado 40.000 dólares de Hong Kong (unos 4.600 euros; 5.120 dólares) para que Ho comprara equipos y productos químicos.
Otros cuatro implicados en los planes fueron sentenciados en mayo. Un joven de 21 años fue condenado a cinco años y ocho meses de prisión. Los otros tres (de edades comprendidas entre 17 y 20 años) fueron enviados a centros de formación.
En 2020, Beijing impuso la ley de seguridad nacional en Hong Kong. Las autoridades chinas tomaron medidas enérgicas contra las libertades civiles después de protestas masivas a favor de la democracia. Muchos activistas, periodistas y otras personas han sido encarcelados o han huido al extranjero.
China sostiene que la ley de seguridad ha restablecido la estabilidad en Hong Kong, pero algunos países como Estados Unidos dicen que se utiliza como herramienta para aplastar la disidencia.
tg/rc (AFP, AP, Reuters)
