No se puede negar que nuestra generación está viviendo una era de transformación. Hacer frente a un aumento de los conflictos mundiales y a una pandemia es un desafío de por sí, pero también estamos viviendo una inflación económica, una epidemia mundial de enfermedades no transmisibles y graves crisis ambientales que podrían tener efectos sin precedentes en nuestras sociedades. Es imperativo que garanticemos la viabilidad a largo plazo de nuestros sistemas alimentarios.

Con esto en mente, la empresa líder en nutrición Herbalife, Altermind, e investigadores expertos de varios campos llevaron a cabo un estudio sobre la relación interconectada entre la salud, el precio y la sostenibilidad de nuestros alimentos, a la que se hace referencia como una “trinidad imposible”. A primera vista, parece imposible garantizar un equilibrio entre estos tres aspectos. Sin embargo, el informe demuestra que es posible lograr un equilibrio más óptimo, y es imperativo que los responsables de la toma de decisiones, los consumidores y las partes interesadas de la industria avancen hacia este objetivo.

Asequibilidad

Casi todos los europeos habrán notado cambios drásticos de precios cada vez que van a comprar. Como señala el estudio, solo entre marzo de 2022 y marzo de 2023, los aumentos de precios de los alimentos alcanzaron el 15,5%. Los precios se han visto impulsados ​​por los conflictos en curso y las consiguientes perturbaciones de los mercados mundiales. No se trata solo de los productos; los precios en todas las cadenas de suministro, incluida la electricidad, el gas y los fertilizantes, han aumentado, lo que ha agravado una situación que ya estaba deteriorada debido a la emergencia climática mundial.

Sostenibilidad

Dado que los sistemas alimentarios representan alrededor del 32% de las emisiones de gases de efecto invernadero (en 2020), está claro que necesitamos urgentemente repensar la sostenibilidad de nuestros hábitos alimentarios actuales. Según los datos, el mayor usuario de tierra y agua en el sector agrícola es el ganado: tres cuartas partes de las tierras agrícolas mundiales se dedican a la cría de animales y el 63% de las tierras cultivables se utilizan para la alimentación animal.

Con más de la mitad de la población europea actualmente con sobrepeso, este es un problema de proporciones inmensas.

Salud

Por último, pero no por ello menos importante, nuestra salud se ha ido deteriorando de forma colectiva y cada vez mayor. La obesidad afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo. Sus efectos no sólo incluyen una menor productividad y unos costes sanitarios cada vez mayores, sino también la muerte prematura de cinco millones de personas al año. Con más de la mitad de la población europea con sobrepeso, se trata de un problema de enormes proporciones que está directamente relacionado con nuestros sistemas alimentarios. Mientras tanto, se presta muy poca atención al concepto de densidad de nutrientes, o a la cantidad de nutrición que obtenemos en una ración. Para que los sistemas alimentarios sean más sanos, es necesario que se produzca un cambio hacia la promoción de la adecuación nutricional, centrándose en la densidad de nutrientes en lugar de en los tipos de procesamiento.

La trinidad imposible hecha posible

Los alimentos del futuro deben ser más saludables y menos perjudiciales para el medio ambiente. Al mismo tiempo, no podemos ignorar el hecho de que el sabor, el coste y la comodidad son factores primordiales que influyen en las decisiones de los consumidores a la hora de seleccionar lo que comen. Es posible conciliar estos elementos y, como demuestra el estudio de Altermind, la opción más sencilla es incentivar un cambio hacia productos de origen vegetal. En Herbalife, utilizamos proteínas vegetales que necesitan menos tierra y agua que el ganado y creamos productos con respaldo científico diseñados para proporcionar a los consumidores los nutrientes esenciales que necesitan. Todo ello a un precio asequible. Para maximizar la eficiencia y contribuir a los esfuerzos de sostenibilidad, redirigimos los residuos de productos alimenticios a la alimentación animal.

El futuro

Si queremos garantizar un futuro mejor para la próxima generación, debemos crear sistemas alimentarios más resilientes, eficientes y sostenibles. Esto debe hacerse de acuerdo con la idea de que los alimentos sean saludables, asequibles y sabrosos. Las empresas individuales pueden y deben ayudar en esta transición, pero se necesita un esfuerzo de todo el sector para que sea una realidad. La Unión Europea puede hacer mucho para superar la “trinidad imposible”, desde apoyar la I+D a través de programas como Horizonte Europa hasta integrar mejor los factores que influyen en el comportamiento de los consumidores en el diseño de políticas y reconsiderar el modo en que funcionan los mecanismos de subsidios e incentivos. Por último, es necesario un cambio de concepto hacia el “valor nutricional por dinero” para concienciar a los consumidores sobre la densidad de nutrientes. El próximo mandato de las instituciones europeas presenta una oportunidad para profundizar la cooperación para lograr que nuestros sistemas alimentarios funcionen mejor.

Para obtener más información y una copia del estudio, comuníquese con Amelie Baracat-Empereur en [email protected] o con Miroslaw Gajewski en [email protected]