Ha habido un constante intercambio de disparos entre Israel y militantes de Hezbolá en el Líbano durante los últimos días.
Comenzó poco después de que el grupo militante islamista Hamás, clasificado como organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, lanzara un ataque a gran escala contra Israel el 7 de octubre.
El 8 de octubre, fuentes libanesas informaron de ataques israelíes en el sur del Líbano y de la caída de un proyectil en la aldea de Khiam.
Desde entonces, el grupo militante libanés Hezbollah, respaldado por Irán, se ha atribuido la responsabilidad de varios ataques con cohetes contra el norte de Israel.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron bombardeando más objetivos en el sur del Líbano, matando a varios militantes de Hezbolá.
Los recientes enfrentamientos son la escalada más crítica desde la Guerra del Líbano de 2006, que dejó unos 250 militantes de Hezbolá y más de 1.000 civiles libaneses muertos, así como unos 160 soldados israelíes.
Hezbollah, que opera como un partido político con más de 60 escaños en el parlamento del Líbano, también tiene un brazo armado que posee un vasto arsenal de cohetes y está compuesto por miles de combatientes experimentados. Varios países, incluidos Estados Unidos y Alemania, han designado a Hezbollah como grupo terrorista.
El intercambio de fuego se ‘intensifica’ entre Israel y el Líbano
“Estamos observando intensos intercambios de disparos entre territorio libanés e Israel”, dijo la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) en un comunicado el 15 de octubre, después de que su cuartel general en la ciudad libanesa de Naqoura fuera atacado. “Lamentablemente, a pesar de nuestros esfuerzos, la escalada militar continúa”.
“Nuestros cascos azules no estaban en refugios en ese momento. Afortunadamente, nadie resultó herido”, dice el comunicado.
Ese mismo día, Hezbollah se atribuyó la responsabilidad del lanzamiento de un misil contra Israel, que mató a un hombre en la ciudad fronteriza de Shtula. El grupo militante islamista dijo que el ataque fue una represalia por un ataque israelí que golpeó a un grupo de periodistas cerca de la aldea de Alma-al-Shaab.
Un videoperiodista de Reuters murió en el ataque, lo que llevó a la agencia de noticias con sede en Londres a iniciar una investigación. Otros cinco periodistas resultaron heridos.
El ejército libanés dijo que Israel llevó a cabo el ataque. Los funcionarios israelíes dijeron que estaban investigando el incidente.
El lunes, el ejército israelí anunció que casi 30 comunidades dentro de dos kilómetros de su frontera norte con el Líbano serán evacuadas, designando el área como zona militar.
Línea azul
La zona fronteriza entre el Líbano e Israel sigue siendo volátil y disputada, y con frecuencia estallan enfrentamientos esporádicos.
No existe una frontera oficial entre los dos países. En su lugar, existe una línea de demarcación llamada Línea Azul, que está marcada por barriles azules. Con una extensión de unos 120 kilómetros (unas 75 millas) a lo largo de la frontera sur del Líbano, fue establecido por las Naciones Unidas en 2000 para confirmar la retirada de las fuerzas israelíes de los territorios ocupados en el sur del Líbano.
El Líbano impugnó la Línea Azul, afirmando que algunas de las granjas alrededor de la aldea fronteriza de Shebaa pertenecían a su territorio, y no a los Altos del Golán, que Israel ha ocupado efectivamente desde que capturó el territorio de Siria en 1967.
En 2006, militantes de Hezbollah cruzaron la Línea Azul y secuestraron a soldados israelíes en una redada. Israel tomó represalias lanzando una invasión terrestre al sur del Líbano. El conflicto que duró un mes terminó con un alto el fuego mediado por la ONU.
Actualmente hay unos 10.000 cascos azules de 46 países estacionados en la zona.
Enfrentamientos frecuentes en 2023
Gran parte del conflicto se centra en el área alrededor de la aldea dividida de Ghajar, las granjas de Shebaa y las colinas de Kfar Chouba, que se encuentran a lo largo de la frontera entre el Líbano y los Altos del Golán.
Hubo numerosos enfrentamientos entre el ejército israelí, el ejército libanés y las fuerzas de Hezbolá en los meses previos al ataque terrorista de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
En julio, el ejército israelí completó la construcción de un muro que abarca la parte norte de Ghajar en los Altos del Golán ocupados, lo que provocó protestas de los agricultores libaneses. En respuesta, Hezbollah reforzó su presencia militar alrededor de Ghajar y Shebaa, lo que muchos israelíes consideraron una violación del régimen de seguridad establecido por la ONU que puso fin a la guerra de 2006.
Se ha especulado sobre si Hezbolá estaría preparado para iniciar una guerra a gran escala contra Israel o si se limitaría a lanzar ataques limitados desde el Líbano para evitar una respuesta israelí más contundente.
