James Crumbley, el padre de un adolescente de Michigan que usó un arma comprada por sus padres para matar a tiros a cuatro estudiantes, fue declarado culpable de homicidio involuntario en un tribunal estadounidense el jueves.
Crumbley, de 47 años, fue declarado culpable por un jurado un mes después de que su esposa, Jennifer Crumbley, fuera declarada culpable de homicidio involuntario.
Ambos padres enfrentan hasta 15 años de prisión.
Su hijo, Ethan, disparó y mató a cuatro estudiantes en Oxford High School en 2021 con una pistola semiautomática.
Jennifer Crumbley había testificado en su juicio que James le había comprado el arma a su hijo como regalo anticipado de Navidad.
Ethan tenía 15 años en el momento del tiroteo. Actualmente cumple cadena perpetua.
Cómo se desarrollaron los acontecimientos
El día del tiroteo, la escuela llamó a los Crumbley después de que un maestro encontrara un dibujo violento en el escritorio de Ethan.
Se recomendó a los padres que buscaran asesoramiento, pero supuestamente se resistieron a llevar a su hijo a casa y este regresó a clase.
Posteriormente, disparó más de 30 tiros con un arma que llevaba escondida en su mochila. Mató a cuatro estudiantes e hirió a seis más y a un miembro de la facultad.
Fiscales: los padres ignoraron las advertencias de salud mental de Ethan
Durante el juicio, la abogada defensora Mariell Lehman dijo que James Crumbley no sabía lo que su hijo estaba a punto de hacer. “Él no sabía que tenía que proteger a otros de su hijo”, dijo Lehman.
En extractos del diario de Ethan vistos por el jurado, el niño escribió que quería ayuda pero que sus padres no lo escuchaban.
“No tengo ayuda para mis problemas mentales y eso me está provocando que me dispare en… la escuela”, escribió Ethan.
La fiscal Karen McDonald dijo que los padres del niño ignoraron las advertencias de salud mental de Ethan y al no asegurar el arma de fuego, James “no sólo le falló a su hijo. No cumplió con su deber legal de evitar que mataran a estos niños”.
'Haciendo muy poco contra la violencia armada'
Este es el primer caso en los Estados Unidos donde los padres fueron legalmente responsables del tiroteo en la escuela de sus hijos.
Los expertos en seguridad con armas esperan que este caso sirva como una llamada de atención para los padres, ya que las investigaciones muestran que alrededor del 75% de los tiradores escolares obtuvieron armas en sus propios hogares.
Steve St. Juliana, padre de una víctima, dijo que es necesario hacer más para abordar la violencia armada.
“Nuestros niños mueren a diario en asesinatos en masa y hacemos muy poco al respecto”, afirmó.
ss/sms (AP, AFP, Reuters)
