El mayor oponente del presidente boliviano Luis Arce actualmente proviene de su propio partido político. El predecesor de Arce, Evo Morales, que estuvo en el poder de 2006 a 2019, le está haciendo la vida difícil al Gobierno socialista y ha cuestionado públicamente en repetidas ocasiones a su exministro de Economía.
Ahora, en el momento justo para el actual líder, ha llegado un importante contrato sobre los derechos de las materias primas. El contrato es realmente impresionante y se espera que pueda ayudar a resolver la actual crisis económica de Bolivia en el mediano plazo.
Según información oficial, el grupo ruso Uranium One planea invertir alrededor de 450 millones de dólares (405 millones de euros) en un proyecto piloto de producción de litio en el país sudamericano.
Los geólogos suponen que Bolivia tiene potencial para encontrar 23 millones de toneladas de litio. Esto lo convertiría en el país con las mayores reservas del mundo, un hecho importante si se considera la importancia del metal para fabricar baterías para cosas como los coches eléctricos.
Bolivia se prepara para lanzar proyecto piloto de litio en Potosí
Para Bolivia, el acuerdo es más que un contrato minero. Después de años de disputas políticas, en las que Morales y Arce desempeñaron su papel, el país está tratando de presentarse como un socio confiable.
Karla Calderón, presidenta de la empresa estatal boliviana de litio YLB, describió el proyecto que se ejecutará en “Colcha K”, en el departamento de Potosí, en tres fases.
En la primera fase, el objetivo es producir 1.000 toneladas de carbonato de litio al año, en la segunda fase hasta 8.000 toneladas y en la tercera fase 5.000 toneladas más.
La atención se centrará en una producción lo más respetuosa posible con el medio ambiente. Este proyecto servirá para realizar estudios que demuestren la sostenibilidad técnica de esta futura instalación, afirmó Calderón.
Se trata del segundo acuerdo firmado con la filial de la empresa estatal rusa Rosatom. En junio, las partes contratantes acordaron construir un complejo industrial de carbonato de litio en Pastos Grandes.
La preferencia de Bolivia es por China y Rusia
“La competencia por el litio es dura”, afirmó Vladimir Rouvinski, experto en las relaciones entre América Latina y Rusia de la Universidad Icesi de Colombia.
“Parece que se están forjando alianzas estratégicas que convienen a los gobiernos actuales. El gobierno boliviano está mostrando preferencia por empresas chinas y rusas”, dijo Rouvinski a JJCC.
“Sin embargo, en última instancia, estas alianzas son de corta duración porque la lógica de la economía es que los intereses económicos tienen prioridad sobre las afinidades temporales”.
China también ha podido poner un pie en la puerta del país con las mayores reservas de litio del mundo. Bajo el liderazgo del grupo chino Contemporary Amperex Technology, CATL, los socios chinos quieren invertir un total de 1.400 millones de dólares en la construcción de plantas de extracción de litio.
Sin embargo, el presidente Arce ha dejado la puerta abierta a socios fuera de Rusia y China. “Nuestras visitas a la Unión Europea, Brasil y los países BRICS han demostrado claramente que hay un gran interés en nuestro litio”, dijo recientemente.
Arce sabe que Bolivia podría estar avanzando más rápidamente en la extracción de sus depósitos de litio, pero advierte que no se debe avanzar demasiado rápido. “Se aplica el viejo dicho de que vamos despacio porque tenemos prisa”, afirmó.
Materias primas estratégicas sudamericanas
El litio es necesario para fabricar baterías para vehículos eléctricos y, por lo tanto, el metal es de importancia estratégica para la transformación de los combustibles fósiles en los automóviles hacia los vehículos eléctricos.
Hace cinco años, Alemania era considerada la nación que tenía mayor ventaja en Bolivia. Se suponía que una empresa conjunta entre Berlín y La Paz sería la señal de partida para la producción de litio, y había grandes esperanzas en Alemania y su importante industria de fabricación de automóviles.
Pero luego siguió la agitación política interna en Bolivia. El proyecto de empresa conjunta se convirtió en un tema polarizador de campaña electoral y en un instrumento de una lucha de poder interna más amplia.
Desde entonces, el proyecto ha muerto y Alemania actualmente está mirando a Argentina y Chile, que también tienen grandes depósitos de litio. Para subrayar esto, recientemente se actualizó un acuerdo con Chile a un acuerdo de libre comercio que debería facilitar los proyectos conjuntos de litio.