La policía de la ciudad de Stuttgart, en el suroeste de Alemania, dijo el domingo que decenas de personas, incluidos al menos 26 agentes, resultaron heridos en medio de los disturbios en torno a un festival cultural de Eritrea.
Además de 26 agentes, cuatro personas que participaban en el evento y dos que protestaban resultaron heridas, dijo la policía en un comunicado. Seis de los agentes heridos estaban siendo tratados en el hospital.
El enfrentamiento fue el último de una serie de incidentes en eventos de este tipo en Alemania y otros lugares, con peleas entre partidarios y opositores del gobierno de Eritrea.
La policía dijo que detuvo a 228 personas y la policía citó “violencia masiva” entre los dos grupos.
¿Qué pasó en el festival?
La policía describió a los asistentes como partidarios del régimen dictatorial que gobierna el país del Cuerno de África. Al evento cultural asistieron entre 80 y 90 personas.
Se desplegaron unos 300 agentes para hacer frente a varios cientos de opositores al régimen del presidente Isaias Afwerki que salieron a protestar por el evento.
A los manifestantes se les asignó un área para manifestarse, pero se dirigieron al lugar de la reunión, dijo la policía. Luego, los manifestantes cargaron contra los participantes en el evento, arrojando barras de metal y piedras a la policía.
Los agentes de policía utilizaron gas pimienta y porras para dispersar a la multitud. Los participantes en el lugar fueron trasladados a un lugar más seguro bajo protección policial. Los agentes tomaron notas de los que protestaban. El evento casi terminó en dos horas.
El vicepresidente de la policía de Stuttgart, Carsten Höfler, condenó la acción de los manifestantes y afirmó que “ni el alcance ni la intensidad de la violencia eran evidentes de antemano”.
Los funcionarios de la ciudad dijeron que no había razón para prohibir el evento por adelantado, pero que tomarán medidas para evitar disturbios similares en el futuro.
¿Por qué la gente peleaba?
La lucha es la última que estalló en los festivales para celebrar los 30 años de independencia de Eritrea. Eritrea ha estado gobernada por Afwerki en una dictadura de partido único desde 1993.
Quienes huyeron del país dijeron que huyeron del peligro y la persecución, por lo que las celebraciones los han enojado. Los grupos de derechos humanos también dicen que Afwerki es uno de los dictadores más duros y represivos del mundo.
Eritrea no tiene poder legislativo ni judicial, según un informe de Human Rights Watch. Tampoco tiene sociedad civil ni medios de comunicación independientes.
Se informó de enfrentamientos similares en Tel Aviv, Israel, a principios de septiembre, y el evento representó uno de los enfrentamientos más violentos entre solicitantes de asilo y migrantes africanos en la memoria reciente de la ciudad.
En julio, estallaron enfrentamientos entre partidarios y opositores en la ciudad de Giessen, en el oeste de Alemania, no lejos de Frankfurt. El enfrentamiento dejó 26 policías heridos.
Los analistas han dicho anteriormente que los eventos (si se organizan en la embajada de Eritrea, como fue el caso en Israel) generan fondos para el gobierno de Eritrea, fuertemente embargado, y sirven para ejercer presión sobre los eritreos que están lejos de su patria.
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