El lunes (2 de septiembre), un atacante suicida detonó explosivos en la capital de Afganistán, Kabul, matando a seis personas e hiriendo a otras 13. En una publicación en X, el portavoz de la policía de Kabul, Khalid Zadran, dijo: “Esta tarde, una persona que llevaba explosivos en el cuerpo detonó”.
“Lamentablemente, seis civiles, entre ellos una mujer, murieron y otros 13 resultaron heridos”, añadió Zadran. Según el Ministerio del Interior talibán, la explosión se produjo en la zona suroccidental de Darul Aman.
Los heridos fueron trasladados a hospitales y las investigaciones están en curso, dijo Zadran en la publicación en X.
Las autoridades talibanes de Afganistán han declarado que la seguridad es su máxima prioridad desde que regresaron al poder tras la caótica retirada de las fuerzas extranjeras hace tres años.
Si bien sus amplias operaciones de seguridad han llevado a una disminución de los militantes que desafían su gobierno, según los analistas, también minimizan o retrasan la confirmación de los ataques.
El ataque en Kabul se produjo meses después de que se produjera un ataque suicida en Kandahar, reivindicado por la rama regional del Estado Islámico (ISIS). Las autoridades talibanes afirmaron que sólo tres personas murieron, mientras que una fuente hospitalaria elevó la cifra a 20, según informó la agencia de noticias AFP.