Samuel L. Jackson: un ícono del cine a sus 75 años

Es una de las figuras más emblemáticas de Hollywood: Samuel L. Jackson. Desde “Pulp Fiction” hasta el Universo Cinematográfico de Marvel, Jackson ha dejado una huella imborrable en el cine, con su presencia imponente y su voz inconfundible, así como su versatilidad como actor.

Nacido en Washington, DC, el 21 de diciembre de 1948, Samuel Leroy Jackson era hijo único criado por su madre y sus abuelos en Chattanooga, Tennessee. Asistió al histórico Black Morehouse College en Atlanta, Georgia, primero estudiando Biología Marina, luego cambiando a Arquitectura y finalmente Drama.

Fue en Morehouse donde también se involucró en el movimiento de derechos civiles. En una entrevista con la revista Este año, dijo que esa participación llevó al FBI a visitar a su madre en 1969 y decirle que “algo malo le iba a pasar” si no se marchaba de Atlanta. Entonces subió a su hijo a un avión a Los Ángeles.

Tuvo pequeños papeles en películas independientes y para televisión, luego se mudó a Nueva York en 1976, donde trabajó en teatro. Jackson tuvo su primer papel teatral profesional en una producción de la obra de Bertolt Brecht “Mother Courage and her Children”.

Colaboraciones que definen la carrera

Pero fue su colaboración con el director Spike Lee (un ex alumno de Morehouse) lo que realmente lanzó su carrera.

En 1989, Jackson protagonizó “Do the Right Thing” de Lee, una película que mostró sus habilidades interpretativas y allanó el camino para futuras colaboraciones entre los dos. Hasta ahora, Jackson ha aparecido en seis de las películas de Lee, incluidas “Mo’ Better Blues” (1990), “Jungle Fever” (1991) y “Chi-Raq” (2015).

Otro director influyente en la carrera de Jackson es Quentin Tarantino, quien lo eligió como Jules Winnfield, el asesino a sueldo que cita la Biblia, en su exitosa película de 1994 “Pulp Fiction”. La apasionante actuación de Jackson, junto con su interpretación del ahora famoso monólogo Ezequiel 25:17 de Tarantino, lo convirtieron en una estrella internacional y le valieron una nominación al Premio de la Academia como Mejor Actor de Reparto.

Su colaboración ha continuado con películas como “Jackie Brown” (1997) y “Django Unchained” (2012). El diálogo agudo y cuidadosamente elaborado de Tarantino encuentra una expresión perfecta en la entrega de Jackson, creando momentos que perduran en la memoria de la audiencia mucho después de que pasan los créditos.

Personajes distintivos

Desde el amenazador villano de “Duro de matar” (1995) hasta el sabio y poderoso Maestro Jedi Mace Windu en la trilogía precuela de “Star Wars”, o giros más cómicos como el superhéroe Frozone en las películas animadas de “Los Increíbles”, Jackson El rango de actuación es impresionante. Realiza una transición fluida entre géneros, derramando autenticidad y carisma en cada papel.

Su interpretación de Nick Fury en el Universo Cinematográfico de Marvel, comenzando con una escena post-créditos en “Iron Man” (2008), lo ha convertido en un símbolo de autoridad y liderazgo para toda una generación de cinéfilos. La inclusión del personaje en varias películas y series de televisión de Marvel solidifica el lugar de Jackson en el panteón de los íconos de la cultura pop.

Activismo y filantropía

Pero la influencia de Jackson se extiende más allá de la actuación. Durante mucho tiempo ha sido un defensor de la diversidad en la industria cinematográfica y utiliza su plataforma para abordar la falta de representación tanto delante como detrás de la cámara.

Jackson también es conocido por su filantropía y compromiso con la justicia social. Apoya varias organizaciones benéficas y causas, incluidas organizaciones centradas en la educación y la salud. Su participación con One for the Boysuna organización benéfica dedicada a crear conciencia sobre el cáncer masculino, muestra su compromiso de generar un impacto positivo en el mundo más allá del ámbito del entretenimiento.

A pesar de su personalidad más grande que la vida en la pantalla, Jackson es conocido por su comportamiento con los pies en la tierra fuera de la pantalla. Es sincero en las entrevistas y no tiene miedo de decir lo que piensa sobre temas que van desde la política hasta las relaciones raciales. También ha sido abierto sobre sus luchas pasadas con el abuso de sustancias, y ha descrito su pasión por el golf (los contratos de Jackson estipulan que tiene dos días libres a la semana para jugar) como un reemplazo de una adicción anterior.

Un ícono de la cultura pop

Su voz es reconocible al instante, lo que lo convierte en un narrador muy solicitado para documentales, comerciales e incluso sistemas de navegación GPS. Sus famosos eslóganes, pronunciados con su característico entusiasmo, se han arraigado en el léxico cultural, solidificando aún más su estatus como ícono de la cultura pop.

Cuando Samuel L. Jackson alcanza la edad de 75 años, ya se ha establecido como uno de los actores más taquilleros de todos los tiempos. Ya sea empuñando un sable de luz, recitando monólogos icónicos o abogando por el cambio social, Jackson ha creado un legado perdurable en el mundo del entretenimiento.