Los equipos de rescate japoneses luchaban el martes por llegar a zonas aisladas afectadas por un devastador terremoto que sacudió la costa occidental del país el día de Año Nuevo y mató al menos a 55 personas.
El terremoto de magnitud 7,6 sacudió la península japonesa de Noto en la prefectura de Ishikawa, lo que llevó a la Agencia Meteorológica de Japón a emitir una alerta de tsunami importante.
La zona también fue sacudida por decenas de potentes réplicas.
Los rescatistas se enfrentan a una carrera contra el tiempo
Las autoridades enviaron un equipo de 3.000 efectivos del ejército, bomberos y policías para ayudar en las operaciones de rescate.
“La búsqueda y rescate de los afectados por el terremoto es una batalla contra el tiempo”, afirmó el primer ministro Fumio Kishida durante una reunión de emergencia el martes.
Los rescatistas luchaban por llegar al extremo norte de la península de Noto debido a los daños generalizados y los incendios devastadores, dijo Kishida.
El terremoto y sus consecuencias interrumpieron varios servicios ferroviarios y vuelos en el área, cerrando el aeropuerto de Noto debido a daños en su terminal de pista y vías de acceso.
Suzu, una ciudad costera cerca del epicentro del terremoto, vio hasta 1.000 casas destruidas, dijo su alcalde Masuhiro Izumiya.
“La situación es catastrófica”, añadió.
Casas destruidas y alertas de tsunami
Decenas de miles de viviendas quedaron destruidas por el terremoto, que provocó la interrupción de los servicios de agua, electricidad y telefonía móvil en algunas zonas, informaron los medios locales.
“No es sólo que sea un desastre. La pared se ha derrumbado y se puede ver la habitación de al lado. No creo que podamos vivir más aquí”, dijo Miki Kobayashi, residente de Ishikawa, citado por la agencia de noticias AP. sobre su casa.
En la ciudad de Suzu, cerca del epicentro del terremoto, alrededor del 90% de las casas pueden haber sido destruidas, según el alcalde Masuhiro Izumiya. El asentamiento tiene alrededor de 5.000 hogares.
Las autoridades japonesas ordenaron el lunes por la noche a unas 100.000 personas evacuar sus hogares. Fueron enviados a pabellones deportivos y gimnasios escolares, que suelen servir como centros de evacuación en caso de emergencia.
A muchos se les permitió regresar el martes, cuando se levantaron las alertas de tsunami.
rmt/nm (AP, Reuters)