El Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las Naciones Unidas pueden sugerir que se tomen diferentes acciones (como una tregua, un alto el fuego o un cese de hostilidades) durante un estado de guerra.
Aunque muchos de estos términos suelen usarse indistintamente, cada uno tiene diferentes implicaciones políticas y significados legales.
Los llamamientos hechos por la Asamblea General de la ONU son, en última instancia, meras sugerencias a los actores en guerra; a diferencia de las decisiones tomadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, no son jurídicamente vinculantes.
Sin embargo, se los considera poderosos por su capacidad de reflejar la voluntad general de los estados miembros de la ONU.
A continuación se explican las diferencias entre los distintos métodos de acción sugeridos por los órganos de la ONU en tiempos de conflicto.
Tregua (suspensión de hostilidades)
Una tregua no es vinculante, sólo indica el cese de los combates. Los acuerdos de tregua los celebran los propios beligerantes. Una tregua puede tener lugar en un área geográfica específica de un conflicto más amplio. Estos acuerdos pueden aparecer y desaparecer durante el transcurso de un conflicto y no indican que el estado de guerra haya terminado.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) utiliza el término “tregua” indistintamente con el término “suspensión de hostilidades”.
Según el CICR: “Una tregua debería permitir realizar trabajos que no estén relacionados con la conducción general de la guerra (por ejemplo, traslado de los heridos, entierro de los muertos, intercambio de prisioneros) o dar tiempo a los comandantes militares para pedir instrucciones sobre las negociaciones. “.
A diferencia de una pausa humanitaria, una tregua se puede convocar por cualquier motivo y no se limita a fines humanitarios.
Cese de hostilidades
Un llamado al cese de las hostilidades se considera más formal que una tregua, pero a diferencia del alto el fuego, no es vinculante. Un cese de hostilidades significa que uno o ambos bandos han anunciado planes para suspender los combates. Estos pueden indicar el comienzo de negociaciones de paz más amplias.
Pausa humanitaria
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), una pausa humanitaria se considera un “cese temporal de las hostilidades con fines puramente humanitarios”.
Por lo general, se negocia que estas pausas tengan lugar durante un período de tiempo definido, a veces de sólo unas pocas horas, y en un área geográfica específica donde se planifican actividades humanitarias.
Alto el fuego
A diferencia de las declaraciones de cese de hostilidades o de tregua, un alto el fuego generalmente debe ser vinculante. Al igual que un cese de hostilidades o una tregua, es sólo de naturaleza temporal, pero generalmente se espera que dure más tiempo.
Los altos el fuego no anuncian el fin de un conflicto, pero tienen como objetivo poner a las partes en conflicto en comunicación entre sí sobre posibles acuerdos permanentes.
A diferencia de una tregua, una pausa humanitaria o un cese de hostilidades, la declaración de alto el fuego suele aplicarse a toda la zona geográfica de un conflicto, según la ONU.
Armisticio
Un armisticio indica el fin formal de una guerra negociada por las partes involucradas, pero no es un acuerdo de paz.
Días de tranquilidad
A veces, en un estado de conflicto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocan a las partes en conflicto a acordar un “día de tranquilidad”.
Estos días generalmente están destinados a brindar a los niños acceso ininterrumpido a la atención médica en días específicos.