Para sorpresa de la mayoría de la gente, el populista libertario divisivo Javier Milei ganó las primarias presidenciales de Argentina este domingo. Milei obtuvo alrededor del 30% de los votos, triunfando en 16 de las 24 provincias del país.
El autoproclamado anarcocapitalista se opone al establecimiento político de Argentina y quiere impulsar reformas económicas radicales. Si él asume la presidencia, el país sufrirá una transformación fundamental. Las primarias presidenciales de Argentina generalmente se consideran un indicador importante antes de las elecciones presidenciales y legislativas.
“La elección ha dado lugar a un nuevo escenario económico y político”, dice Jerónimo Pinedo, científico social y docente de la Universidad Nacional de La Plata.
Argentina ha estado sumida en una grave crisis durante años, marcada por profundas divisiones ideológicas entre los actores políticos, así como una economía que lucha contra una inflación desenfrenada, deuda externa y una recesión prolongada.
Los mercados respondieron rápidamente a la sorpresiva victoria de Milei: el tipo de cambio oficial del dólar subió un 20% y el Banco Central de Argentina elevó las tasas de interés.
El gobierno entrante enfrentará el desafío de restaurar la confianza política y la estabilidad económica para superar la prolongada crisis de Argentina. En octubre, los votantes decidirán a quién quieren encomendar esta monumental tarea. Deberán elegir entre el libertario Javier Milei, el izquierdista Sergio Massa del actual gobierno y la candidata conservadora Patricia Bullrich. Pero, ¿qué representan los tres candidatos?
Milei: una provocadora que desafía al sistema
Aunque la participación electoral fue baja, del 69%, la victoria de Milei en las primarias marca un punto de inflexión en la política argentina. La postura provocativa del economista de 52 años y sus puntos de vista antisistema generan un acalorado debate. Culpa a la “casta política” de la crisis nacional argentina. Tras ganar las primarias del domingo, prometió: “Acabaremos con la casta política parasitaria e inútil de este país”.
Milei aboga por reformas económicas neoliberales radicales. Entre otras cosas, quiere introducir el dólar estadounidense como moneda oficial, abolir el banco central y privatizar la educación pública y la atención médica. Sus ideas son muy controvertidas. El sociólogo Pinedo dice que si Milei ganara las elecciones presidenciales, “probablemente conduciría a más pobreza y exclusión e incluso a una mayor desigualdad”.
Susanne Käss, que dirige la oficina argentina de la Fundación alemana Konrad Adenauer, no está convencida de que Milei finalmente pueda llevar a cabo sus planes. Señala que incluso si llegara a ser presidente, carecería del apoyo necesario en el Senado y la Cámara de Diputados para implementar su agenda de reformas radicales.
“No podía simplemente marchar por aquí sin control y poner el país patas arriba”, dijo Käss.
Patricia Bullrich: liberalismo económico conservador
Patricia Bullrich es la candidata presidencial de la alianza opositora de derecha liberal “Juntos por el Cambio”. La líder del partido del expresidente Mauricio Macri obtuvo casi el 17% de los votos. El otro candidato de “Juntos por el Cambio”, Horacio Larreta, obtuvo el 11%, lo que elevó la participación total del partido en los votos a alrededor del 28%.
Aunque sus políticas indican una cierta proximidad ideológica con Milei, y ella también representa posiciones liberales de mercado, Bullrich es una política tradicional. A diferencia de Milei, ella quiere conservar y respetar las instituciones del país.
Esta no es la única diferencia entre los dos candidatos. Patricia Bullrich se ha posicionado firmemente en contra de la dolarización por la que Milei está tan vehementemente a favor.
Sin embargo, Susanne Käss explicó: “Si se convierte en presidenta, quiere abolir los tipos de cambio diferenciados fijados artificialmente, con efecto inmediato”.
Esto significaría que ya no habría restricciones a la compra de divisas. Bullrich cree que esta sería una forma de fortalecer el peso y estabilizar la economía.
Pero probablemente tampoco lo tendría fácil como presidenta. A pesar de compartir algunas de las ideas políticas de Milei, si gana las elecciones, es poco probable que la ex ministra del Interior cuente con el apoyo de Milei para aprobar sus proyectos en el parlamento.
“Se postula como un antipolítico”, dijo Carl Moses, consultor económico y político independiente cuyo enfoque es América Latina. “Si apoyara a un gobierno o se uniera a él como socio menor, toda su narrativa se desmoronaría de inmediato”.
Sergio Massa: el oponente del liberalismo de libre mercado
Sergio Massa se ha erigido como el oponente de la sección económicamente liberal del panorama político. Actualmente ministro de Economía de Argentina, Massa representa a la alianza de gobierno “Unión por la Patria”, a la que muchos ven como la gran perdedora en estas primarias. Los dos candidatos del partido obtuvieron un total de alrededor del 27% de los votos.
Como ministro, Massa asumió el año pasado la difícil tarea de sacar a Argentina de su grave crisis económica.
Según el sociólogo Jerónimo Pinedo, logró manejar la crisis, “pero no pudo resolverla”.
Susanne Käss dice que incluso como presidente Massa probablemente no lograría esto. “Habría pocos cambios en el statu quo, porque lo que está proponiendo son los remedios que ya se están aplicando bajo el gobierno actual”.
El consultor Moisés coincide en que la política que se sigue actualmente en Argentina está próxima a su vencimiento.
“Si Argentina tiene suerte, la política actual la llevará hasta las elecciones”, dijo.
Después de eso, advierte Moses, es necesario revisar el rumbo económico si se quiere que el país vuelva a ser solvente en el mediano plazo.
Incluso si Massa no implementa reformas radicales, Moses dice que tiene una gran ventaja: podría formar una coalición más grande y estable, porque no es tan rígido ideológicamente como sus oponentes. Como lo ve Moses, los problemas de Argentina son más políticos que económicos.
“Lo que Argentina necesita es un gobierno con una base estable”, dijo Moses.
Algo que, hasta el momento, ninguno de los tres candidatos parece ofrecer.