Los votantes en Argentina acudieron a las urnas el domingo en una reñida segunda vuelta presidencial entre el ministro de Economía peronista, Sergio Massa, y el libertario independiente Javier Milei.
Los dos hombres representan futuros marcadamente diferentes para la tercera economía más grande de América Latina, que se tambalea bajo una inflación de tres dígitos después de décadas de deuda, mala gestión financiera y volatilidad monetaria.
La votación comenzó a las 8 am hora local (1100 GMT) y los colegios electorales cerrarán alrededor de las 6 pm, y se esperan los primeros resultados oficiales unas horas más tarde.
¿Quiénes son los candidatos de la segunda vuelta?
Massa, de 51 años, busca convencer a los argentinos de que confíen en él a pesar de los niveles récord de pobreza durante su gestión de la economía.
Milei, un outsider antisistema, promete una terapia de shock económico, desde cerrar el banco central hasta deshacerse del peso por el dólar estadounidense.
A menudo se compara a Milei, de 53 años, con el expresidente estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro, y Massa lo acusa de imitar a los dos políticos al plantear el espectro de un fraude electoral, del cual no ha proporcionado ninguna evidencia.
Las diatribas de los recién llegados contra los partidos tradicionales que no han logrado detener décadas de declive económico han encendido a los votantes cansados del status quo.
Milei solía llevar una motosierra en un símbolo contundente de sus planes de privatización y recortes en el sector público. Pero antes de la segunda vuelta, se abandonó el truco para tratar de ayudar a moderar su imagen entre los votantes centristas.
Massa ha tratado de distanciarse del impopular presidente saliente Alberto Fernández y de su vicepresidenta Cristina Kirchner, quien el año pasado fue condenada por fraude. Ambos han desaparecido del ojo público.
Pero todavía representa a la coalición peronista, un movimiento populista con mucha intervención estatal y programas de bienestar que ha dominado la política argentina durante décadas.
La segunda ronda está demasiado reñida para convocarla
Massa confundió las encuestas al quedar primero con casi el 37% en la primera vuelta del mes pasado, mientras que Milei obtuvo alrededor del 30% de los votos.
Las encuestas muestran a los candidatos en un empate, con Milei con una ventaja tan leve que nadie quiere predecir un resultado.
Ambos han luchado por apuntalar millones de votos de los tres candidatos perdedores en la primera vuelta, el más popular de los cuales ha brindado su apoyo a Milei.
Algunos votantes han caracterizado la votación como una elección del “mal menor”, en medio del temor a la dolorosa medicina económica de Milei o del enojo hacia Massa por la crisis económica.
Muchos argentinos han dicho que no votarán en absoluto.
Argentina se prepara para un cambio sísmico
Los argentinos están “al borde de un ataque de nervios”, dijo la analista política Ana Iparraguirre de GBAO Strategies, describiendo la incertidumbre sobre lo que viene después.
A Argentina le espera un duro camino por delante, ya que el peso, estrictamente controlado, hace tiempo que debería devaluarse, y la falta de dólares ha provocado escasez de combustible, medicinas e incluso plátanos en las últimas semanas.
Con más de 400 mil millones de dólares en deuda pública, reservas del banco central en números rojos y ninguna línea de crédito, el próximo gobierno tendrá pocos recursos para impulsar el crecimiento económico.
“La elección marcará una profunda ruptura en el sistema de representación política en Argentina”, afirmó Julio Burdman, director de la consultora Observatorio Electoral. “Creo que todas las fuerzas políticas tal como las conocemos van a ser transformadas”.
mm/lo (AFP, Reuters)