El New York Times demandó a OpenAI y Microsoft el miércoles, alegando que los gigantes tecnológicos utilizaron millones de artículos sin permiso para entrenar los modelos de inteligencia artificial que impulsan herramientas como ChatGPT.
La demanda dice que las dos compañías “buscan aprovecharse de la enorme inversión del Times en su periodismo usándola para crear productos sustitutos sin permiso ni pago”.
Microsoft tiene una asociación con OpenAI que le permite capitalizar la tecnología de IA fabricada por la empresa más pequeña. También es el mayor patrocinador financiero de OpenAI.
Si bien no se solicita ninguna suma específica a OpenAI y Microsoft, el New York Times dijo que “busca responsabilizarlos por los miles de millones de dólares en daños legales y reales que deben por la copia y el uso ilegal de las obras excepcionalmente valiosas del Times”.
La demanda también solicita la destrucción de ChatGPT y otros grandes modelos de lenguaje que fueron entrenados en artículos del New York Times.
¿Qué decía la demanda sobre ChatGPT?
Las empresas de inteligencia artificial (IA) extraen textos fácilmente disponibles en línea, incluidos artículos de noticias, para entrenar chatbots de IA generativa. Con el auge de la tecnología de inteligencia artificial, estas empresas han atraído miles de millones en inversiones en los últimos años.
La demanda decía que ChatGPT-4 de OpenAI presentó gran parte de artículos del New York Times, incluida una investigación ganadora del Premio Pulitzer sobre la industria del taxi de la ciudad de Nueva York que tardó 18 meses en completarse.
También dijo que ChatGPT-4 había atribuido falsamente una recomendación de producto al sitio web de reseñas Wirecutter del New York Times, poniendo así en peligro su reputación.
En otro ejemplo, la demanda decía que Copilot de Microsoft (anteriormente Bing Chat) había dado respuestas que incluían extractos textuales de artículos del New York Times.
El New York Times se une a una lista cada vez mayor de empresas e individuos que emprenden acciones legales para impedir que OpenAI utilice material protegido por derechos de autor para entrenar ChatGPT.
Sin embargo, su táctica difiere de la de otras grandes empresas de medios como la agencia de noticias AP o la alemana Axel Springer, que en cambio han cerrado acuerdos de contenido con OpenAI.
zc/dj (AFP, AP)