La policía de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, lanzó el miércoles gases lacrimógenos para dispersar a las personas que protestaban por los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas de la semana pasada.
Varios rivales del presidente Felix Tshisekedi han denunciado que las elecciones presidenciales son fraudulentas.
La votación del 20 de diciembre estuvo marcada por el caos, con retrasos en la entrega de materiales electorales, equipos que no funcionaron correctamente e irregularidades en las listas de votación, además de violencia en algunos lugares.
Algunos críticos internos, junto con observadores externos, también criticaron la decisión de la comisión electoral de extender la votación en los colegios electorales que no abrieron el día de las elecciones, diciendo que ha socavado la credibilidad de la encuesta. En algunas zonas remotas la votación incluso se prolongó hasta el día de Navidad.
En las últimas cifras publicadas por la Comisión Electoral Nacional, Tshisekedi estaba muy por delante de sus 18 rivales, con casi el 79% de alrededor de 6,1 millones de votos contados hasta ahora.
¿Qué ha estado pasando en la protesta?
La policía, algunos con rifles o equipo antidisturbios, se desplegó en la sede de uno de los principales rivales del presidente, Martin Fayulu, donde se suponía que se reunirían los manifestantes.
Algunos manifestantes intentaron bloquear las carreteras con neumáticos quemados antes de que la policía interviniera con gases lacrimógenos. La gente también arrojó piedras a la policía, que respondió arrojándolas hacia atrás.
El portavoz del gobierno, Patrick Muyaya, dijo que la manifestación estaba prohibida y que la policía estaba tomando las medidas de seguridad necesarias.
También hubo protestas en la ciudad oriental de Butembo, donde los partidarios de un candidato local bloquearon brevemente las carreteras e interrumpieron el tráfico quemando neumáticos.
La disputada votación amenaza con desestabilizar aún más a la República Democrática del Congo, un país empobrecido que tiene una larga historia de gobiernos autoritarios y cambios violentos de gobierno.
tj/rc (Reuters, AFP)