La Corte Suprema de Israel abrió el martes el primer caso para examinar la legalidad de la polémica reforma judicial del Primer Ministro Benjamín Netanyahu.
El gobierno de Netanyahu aprobó en julio una enmienda a una ley para limitar los poderes de la Corte Suprema.
Los 64 legisladores de la coalición gobernante de derecha votaron a favor del texto, y los miembros de la oposición de la Knesset, el parlamento de Israel, boicotearon la votación.
La enmienda elimina la capacidad del tribunal de deliberar y fallar en contra de decisiones gubernamentales que considere “irrazonables”.
Es la primera de una serie de reformas de Netanyahu para remodelar el sistema judicial. Pero los planes han dividido profundamente a la nación. Mientras comenzaba la audiencia, decenas de manifestantes se reunieron frente al tribunal el martes.
¿Por qué es importante la audiencia?
Israel no tiene una constitución escrita ni una segunda cámara del parlamento, lo que significa que la Corte Suprema es la única institución que controla los poderes del gobierno.
En cambio, el país se basa en 13 Leyes Básicas, una legislación especial que sirve como una especie de constitución.
La enmienda a la Ley Básica sobre el poder judicial limita el poder del tribunal, y sus defensores dicen que el poder judicial no electo ejerce demasiado control y que su poder debería ser limitado.
La audiencia del martes coloca a los magistrados superiores del país en una posición sin precedentes para decidir si aceptan límites a sus poderes. El tribunal nunca antes había anulado una Ley Fundamental.
En una señal de la importancia del caso, los 15 jueces de la Corte Suprema están escuchando apelaciones a la ley juntos por primera vez en la historia de Israel.
Un panel regular está compuesto por tres jueces, aunque a veces forman parte de paneles extendidos. El proceso también se transmitió en vivo.
Los críticos dicen que la reforma planeada socava los valores democráticos de Israel y allana el camino hacia un gobierno autoritario. Dicen que Netanyahu también tiene un conflicto de intereses porque enfrenta un juicio por cargos de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos, todo lo cual él ha negado.
Israel ha sido testigo de manifestaciones masivas desde que el gobierno anunció en enero sus planes para reformar el poder judicial.
Tras protestas generalizadas, el gobierno ha dado marcha atrás en algunas de las reformas más polémicas, incluida una que le habría dado al gobierno más voz en el nombramiento de jueces.
rm/nm (Reuters, AP)