Las elecciones presidenciales de Sri Lanka están en una fase muy reñida. Por primera vez en la historia del país insular, el recuento de votos ha llegado a la segunda vuelta, después de que ningún candidato consiguiera obtener el 50 por ciento más uno de los votos necesarios para salir victorioso.
Cabe destacar que Sri Lanka aplica el sistema de mayoría simple, en el que los votantes pueden elegir a tres candidatos, y el candidato que obtenga al menos el 50% del total de votos será declarado ganador. Si ningún candidato obtiene el 50% en la primera vuelta, existe una disposición legal para una segunda vuelta entre los dos candidatos principales.
Desde 1982, en las ocho elecciones presidenciales celebradas en Sri Lanka, el ganador ha surgido en la primera vuelta del recuento. Sin embargo, las elecciones de este año han sido descritas como unas de las más reñidas, ya que se celebran después de que Sri Lanka atravesara una de sus peores crisis económicas.
Aunque los primeros resultados mostraron que el líder de tendencia marxista Anura Kumara Dissanayake saldría rápidamente de los bloques, su ventaja disminuyó lentamente, preparando el escenario para una fascinante segunda ronda de recuento.
Según la última actualización, Dissanayake estaba en cabeza con el 39,65 por ciento de los votos. El líder de la oposición, Sajith Premadasa, estaba en segundo lugar con el 34,09 por ciento del total de votos.
La Comisión Electoral de Sri Lanka añadió que todos los candidatos restantes, incluido el presidente Ranil Wickremesinghe, habían sido descalificados.
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¿Quién es Dissanayake?
Dissanayake, el favorito para ganar las elecciones, se presentó como candidato por la alianza Poder Popular Nacional (PNP), que incluye a su Partido Janatha Vimukthi Peremuna (JVP), de tendencia marxista, que tradicionalmente ha apoyado una intervención estatal más fuerte, impuestos más bajos y políticas económicas de mercado más cerradas.
El NPP se ha propuesto romper el ciclo de corrupción y mala gestión que ha plagado a la nación insular durante años.
En cuanto a sus políticas económicas, Dissanayake ha prometido no desechar el impopular acuerdo de rescate de cuatro años por 2.900 millones de dólares del FMI (Fondo Monetario Internacional), pero dijo que lo renegociaría.
“Nuestro plan es trabajar con el FMI e introducir ciertas modificaciones. No vamos a romper el programa del FMI. Es un documento vinculante, pero hay una disposición para renegociarlo”, dijo a la agencia de noticias Bimal Ratnayake, miembro del politburó del partido. AFP.
En particular, Dissanayake se ha comprometido a reducir los impuestos sobre la renta que fueron duplicados por el presidente Ranil Wickremesinghe y a recortar los impuestos sobre las ventas de alimentos y medicamentos.