La Comisión Electoral de Sri Lanka confirmó el domingo (22 de septiembre) el recuento de votos de segunda preferencia en las elecciones presidenciales de ayer. Según la CE, todos los candidatos fueron eliminados, excepto el líder de tendencia marxista Anura Kumara Dissanayake y el líder de la oposición Sajith Premadasa.
Este avance se produjo después de que Dissanayake tomara una ventaja inicial el domingo para convertirse en el próximo presidente del país agobiado por las deudas, que busca elegir un líder que impulse su frágil recuperación económica.
Según un informe de la agencia de noticias Reuters, citando datos de la comisión electoral, Dissanayake obtuvo alrededor del 53 por ciento de un millón de votos contabilizados hasta el momento en las elecciones. El líder de la oposición, Sajith Premadasa, quedó en segundo lugar con el 22 por ciento, por delante del presidente Ranil Wickremesinghe, que quedó en tercer lugar.
Estas fueron las primeras elecciones de Sri Lanka desde que la economía se tambaleó en 2022 debido a una grave escasez de divisas, lo que dejó al país incapaz de pagar las importaciones de productos esenciales, incluidos combustible, medicamentos y gas para cocinar.
Miles de manifestantes marcharon en Colombo en 2022 y ocuparon la oficina y la residencia del presidente, obligando al entonces presidente Gotabaya Rajapaksa a huir y luego dimitir.
Gracias a un programa de rescate de 2.900 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía ha registrado una recuperación tentativa, pero el alto coste de vida sigue siendo un problema crítico para muchos votantes.
El ganador de las elecciones tendría que garantizar que Sri Lanka se mantenga fiel al programa del FMI hasta 2027 para lograr que su economía alcance una senda de crecimiento estable.
En su manifiesto, Dissanayake prometió recortar impuestos que impactarían los objetivos fiscales, dejando a los inversores y participantes del mercado preocupados por sus políticas económicas.