Días después de que la selección española ganara el Mundial femenino por primera vez en su historia, toda la conversación sigue girando en torno a lo ocurrido en la entrega de premios. Cuando Jenni Hermoso, número 10 de España, subió al podio para recibir su medalla de ganadora y las felicitaciones del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, la reina Leticia de España y Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Rubiales la besó en el mejilla. Pero luego agarró la cabeza de la mujer de 33 años y le dio un beso en la boca.
“¿Qué se suponía que debía hacer? No me gustó”, dijo Hermoso durante una transmisión en vivo posterior al partido.
Su reacción fue leve en comparación con la de otros.
“No se debe dar por sentado que besar sin consentimiento es algo que simplemente sucede”, escribió en X la ministra de Igualdad de España, Irene Montero.
“Es una forma de violencia sexual que las mujeres sufrimos cada día y que hasta ahora ha sido invisibilizada y no debemos normalizarla”.
La ministra española de Derechos Sociales, Ione Belarra, fue igualmente crítica en la plataforma de redes sociales.
“Todos pensamos, si hacen esto delante de toda España, ¿qué no harán en privado? La violencia sexual contra las mujeres debe acabar”.
Hermoso exige acción
Ahora, tras haber tenido unos días para reflexionar sobre lo sucedido, Hermoso ha emitido un comunicado conjunto con el sindicato de jugadores Futpro en el que afirma que el incidente debe tener consecuencias para Rubiales. Ella y el sindicato pidieron a la RFEF que “establezca los protocolos necesarios, proteja los derechos de nuestras jugadoras y tome medidas ejemplares”.
El sindicato dijo que rechaza “cualquier actitud o comportamiento que viole los derechos de las futbolistas”.
Futpro, afirmó, se comprometió a garantizar que este tipo de acciones “nunca queden impunes, que sean sancionadas y que se tomen las medidas apropiadas para proteger a las futbolistas de acciones que consideramos inaceptables”.
El miércoles, la RFEF anunció que había iniciado una investigación interna sobre los hechos del domingo y que celebraría una “Asamblea General Extraordinaria” el viernes.
Rubiales se disculpa
“Seguramente me equivoqué, tengo que admitirlo”, dijo Rubiales en un comunicado en vídeo emitido por la RFEF el lunes. “Fue sin mala fe en un momento de máxima efusividad”.
Rubiales ha sido criticado por el incidente, incluso por parte del primer ministro en funciones, Pedro Sánchez.
“Lo que vimos es inaceptable”, dijo Sánchez. “Y las disculpas ofrecidas por el señor Rubiales no son suficientes, yo las llamaría inapropiadas, por lo que debe seguir tomando medidas adicionales para aclarar lo que todos vimos”.
Ausencia inicial de sentimiento de culpa.
Inmediatamente después del incidente, Rubiales pareció preguntarse a qué se debía tanto alboroto.
“¿El beso con Jenni? Hay idiotas por todas partes. Cuando dos personas comparten un gesto sin importancia de cariño mutuo, no puedes prestar atención a las tonterías que se dicen”, dijo el técnico de la RFEF a Radio Marca.
Esto también se produjo después de que supuestamente les dijera a los jugadores en el vestuario que iba a enviar a todo el equipo a Ibiza como recompensa por ganando el título de la Copa del Mundo.
“Luego celebraremos en Ibiza la boda de Jenni y Luis Rubiales”, habría dicho.
Esta no es la primera vez que Rubiales, quien el año pasado respaldó vehementemente al técnico de la selección nacional, Jorge Vildas, ante una revuelta de más de una docena de jugadores, ha sido objeto de controversia.
El año pasado, los medios españoles informaron que supuestamente había celebrado una fiesta a principios de 2020 a la que fueron invitadas entre 8 y 10 mujeres. Los informes alegaron que la fiesta terminó siendo una orgía y Rubiales posteriormente la anunció como un evento de trabajo. Tanto la RFEF como su jefe han negado las acusaciones.
Un año después de la revuelta de los jugadores
Las acciones de Rubiales tras el partido han acabado eclipsando un éxito deportivo que nadie hubiera creído posible hace apenas nueve meses. Esto se debe a que a finales de septiembre de 2022 prácticamente no quedaba ningún equipo, después de que 15 jugadores abandonaran temporalmente la selección nacional en protesta. El motivo que adujeron fue su “salud emocional y por tanto de salud (integral)”, que les imposibilitaba participar en los partidos de la selección hasta que se corrigiera “la situación”.
En ese momento, el principal motivo aparentemente fue el entrenador Jorge Vilda. Los jugadores que se rebelaron lo acusaron de no respetar su privacidad, de ignorar a los jugadores suplentes y, en general, de no crear un ambiente profesional en torno a la selección nacional. Se produjo un conflicto público con la RFEF, que apoyó a Vilda y amenazó a los jugadores renegados.
Equipo desgarrado, incluso en júbilo
A pesar del primer título de la Copa del Mundo, el domingo quedó claro que todavía hay una brecha en el equipo. Mientras los jugadores sobre el terreno de juego formaban un grupo rojo de júbilo, una segunda multitud de gente eufórica saltaba delante del banquillo, separada de la primera.
Campeones del mundo femenino y masculino
Aun así, prevaleció la alegría. España, que ya ha acumulado una impresionante colección de títulos internacionales juveniles en los últimos años, es ahora la primera nación del mundo después de Alemania en ganar tanto la Copa Mundial masculina como la femenina.
“Fue muy difícil, intentamos imaginarlo, pero no te puedes imaginar algo así. Y ahora somos campeones del mundo. Es increíble”, dijo Hermoso, con los ojos llorosos, a la emisora pública alemana ZDF.
No sabía que estaba a punto de convertirse involuntariamente en una figura central en un incidente que eclipsaría este éxito deportivo durante días y tal vez incluso semanas.
Asamblea General Extraordinaria