El domingo 25 de agosto, la misión de las Naciones Unidas en Afganistán expresó su preocupación por una nueva ley de moralidad recientemente ratificada por los talibanes. La última ley de “moralidad” impone severas restricciones a las mujeres, obligándolas a “garantizar que su voz no sea escuchada” y penalizándolas si no lo hacen.
La crítica de la ONU a la ley
Roza Otunbayeva, jefa de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA), criticó la ley por otorgar a los “inspectores morales” un poder discrecional significativo.
Señaló que estos inspectores podrían “amenazar y detener a cualquier persona basándose en listas amplias y a veces vagas de infracciones”.
La ley, codificada en 35 artículos, introduce estrictas pautas de comportamiento basadas en la interpretación que los talibanes hacen de la Sharia (ley islámica).
Las mujeres, en particular, enfrentan severas restricciones bajo la nueva ley, con mandatos de cubrirse el rostro y el cuerpo cuando están afuera y de permanecer ocultas en público.
También aplica castigos que van desde advertencias y multas hasta detenciones, dependiendo de la gravedad de las infracciones percibidas, todo ello bajo la autoridad del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio.