Las migrañas en Europa y su prevalencia adversa en las mujeres
¿Alguna vez te has preguntado qué diferencia a una migraña de un dolor de cabeza normal? Si bien ambos causan dolor, un dolor de cabeza tensional típico a menudo se presenta como un malestar generalizado, mientras que una migraña introduce síntomas intensos como una mayor sensibilidad a la luz, el sonido y el movimiento, lo que la hace mucho más grave.
Los trastornos de dolor de cabeza son afecciones neurológicas notablemente comunes, pero a menudo se subestiman y no se toman tan en serio como deberían. Entre ellos, destaca la migraña, un trastorno de dolor de cabeza primario probablemente con base genética, que afecta a alrededor de 41 millones de adultos en Europa. La migraña afecta aproximadamente a 1 de cada 7 personas en todo el mundo, con una prevalencia significativamente mayor en las mujeres. Esta brecha de género subraya la importancia de la acción política. Entre las mujeres de 18 a 49 años, la migraña es una de las principales causas de discapacidad que con frecuencia se descarta como un mero inconveniente, pero es mucho más que eso. Es una afección médico-neurológica con características distintas que generalmente ocurre durante la pubertad y continúa recurriendo a lo largo de la vida de una persona. Estos ataques pueden ser más que simplemente debilitantes; pueden convertirse en experiencias que cambian la vida. Es hora de remodelar la narrativa que rodea a las migrañas y elevarla al nivel de preocupación que merece con razón.
La migraña no es una condición única para todos; Es un trastorno diverso con diversas manifestaciones, cada una de las cuales presenta su propio conjunto de síntomas y desafíos. Los tipos comunes de migraña incluyen migraña abdominal, migraña menstrual, migraña crónica, migraña sin aura y migraña con aura. Tomemos, por ejemplo, la percepción generalizada de que las migrañas menstruales no son más que un ataque prolongado del síndrome premenstrual (SPM). Esta suposición denigrante oscurece la gravedad de la afección, lo que a menudo conduce a una atención y apoyo inadecuados para las mujeres que la padecen. Es un excelente ejemplo de los conceptos erróneos y la ignorancia que deben abordarse. Además, es crucial reconocer los desafíos logísticos que enfrentan las personas con migrañas. La mayor sensibilidad a la luz a menudo significa que visitar al médico durante el día se convierte en una tarea ardua. El mismo entorno que debería ofrecer consuelo y ayuda a menudo agrava su condición, creando una carga adicional.
En la Unión Europea, donde la atención sanitaria y el apoyo a las personas deberían ser primordiales, es esencial que abordemos la migraña como un problema médico grave. Abordar la migraña no es sólo una preocupación médica; es un imperativo social que exige atención inmediata y un marco integral a nivel de la UE.
Como vicepresidenta del Comité de Derechos de la Mujer, me comprometo a establecer un Plan de Acción Europeo contra la Migraña. Este marco debe priorizar la sensibilización sobre la migraña, ofrecer el apoyo médico necesario y canalizar financiación hacia la investigación. Un plan de acción integral de la UE contra la migraña, lugares de trabajo que brinden apoyo e iniciativas de salud mental pueden mejorar las vidas de millones de pacientes con migraña. Debería ser nuestra prioridad eliminar el estigma asociado con las migrañas y garantizar que quienes las padecen reciban el apoyo y la comprensión que merecen.
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Este artículo fue elaborado en colaboración con AbbVie.