¿Se acabó todo para el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur?

Oficialmente, el acuerdo de libre comercio entre la UE y los cuatro estados del bloque económico Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) aún no ha sido archivado definitivamente. Pero en la cumbre del Mercosur que se desarrolla hasta el jueves en la ciudad brasileña de Río de Janeiro se está redactando una declaración de que el acuerdo para crear la mayor zona de libre comercio del mundo ha sido nuevamente pospuesto.

Según un artículo del diario brasileño, el mensaje será que “las negociaciones para el acuerdo no fracasaron sino que continuarán a pesar de las controversias de los últimos días”.

La idea es reanudar las conversaciones inmediatamente después de que el populista de derecha Javier Milei tome posesión como nuevo presidente argentino el 10 de diciembre, después de ganar las elecciones generales de este año por abrumadora mayoría.

Lula: “Soy brasileño y nunca me rindo”

El fracaso de las negociaciones es un revés para el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien aparentemente esperaba concluir el acuerdo de libre comercio antes del final de la presidencia temporal de Brasil en Mercosur esta semana.

“Sentí que Lula habría preferido firmar hoy que mañana”, dijo a JJCC el legislador alemán Knut Gerschau, del Partido Demócrata Libre (FDP), que preside la comisión de Asuntos Económicos del Bundestag alemán.

El presidente brasileño estuvo en Berlín para realizar consultas intergubernamentales entre Brasil y Alemania. Dijo que seguiría luchando por el acuerdo porque sería irracional no firmarlo después de más de 20 años de negociaciones.

“Soy brasileño y nunca me rendiré”, prometió en una rueda de prensa junto al canciller alemán, Olaf Scholz. “Mientras no haya hablado con cada presidente individualmente, no me rendiré”.

¿Veinte años de conversaciones en vano?

Las negociaciones entre la UE y Mercosur se iniciaron en 2000. Según se informa, el último revés puede atribuirse a las elecciones presidenciales en Argentina. El 30 de noviembre, el gobierno argentino informó a los miembros del Mercosur que no se tomaría una decisión sobre un acuerdo de libre comercio antes de que el nuevo presidente asumiera el cargo. Según los medios de comunicación, esto llevó al comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, a cancelar con poca antelación su viaje previsto a la cumbre del Mercosur en Río de Janeiro.

Unos días después, el presidente francés, Emmanuel Macron, criticó el acuerdo de libre comercio por ser “anticuado” e “incoherente”, después de una reunión con el presidente brasileño Lula al margen de la cumbre COP 28 en Dubai.

La zona de libre comercio más grande del mundo.

Si se firmase, el acuerdo UE-Mercosur crearía una zona de libre comercio con más de 743 millones de habitantes (448 millones en la UE, 295 en el bloque Mercosur) que sería, por tanto, la mayor del mundo. Los dos bloques ya tienen relaciones comerciales muy estrechas y, según las estadísticas de la UE, la inversión de la UE en los estados del Mercosur aumentó de 130.000 millones de euros (140.000 millones de dólares) en 2000 a 330.000 millones (356.000 millones de dólares) en 2020.

Sin embargo, el acuerdo va más allá del desmantelamiento de las barreras comerciales: Samina Sultan, economista del Instituto Económico Alemán (IW) en Berlín, explica en su análisis que “las democracias de los estados del Mercosur son socios importantes en términos de valores”.

Dijo que la UE no podía permitirse el lujo de disminuir sus esfuerzos. Porque, a diferencia de la UE, China ha ampliado continuamente su papel en la región en los últimos años.

Según la base de datos Comtrade de la ONU, las exportaciones de la región a China aumentaron un 112% entre 2012 y 2022, de 47.000 millones de dólares al año a 100.000 millones de dólares. Las importaciones de China a la región también aumentaron un 80%, de 51.000 millones de dólares a 92.000 millones de dólares, en el mismo período. Por otro lado, el comercio con la UE se ha estancado, y tanto las importaciones como las exportaciones entre los dos bloques se mantienen en un nivel de alrededor de 60 mil millones de dólares por año.

La culpa es de la UE, dicen críticos sudamericanos

Santiago Peña, presidente de Paraguay, que esta semana reemplaza a Brasil en la presidencia del Mercosur, culpa a la UE por el fracaso de las negociaciones. Dijo al canal de televisión paraguayo Gen que la UE no estaba interesada en un acuerdo y, por lo tanto, imponía condiciones imposibles de cumplir, especialmente en materia de medio ambiente.

“Llega al extremo de cuestionar a nuestras autoridades y su seguimiento y querer hacer sus propias evaluaciones”, afirmó Peña según el periódico económico argentino. “Para mí esto significa una pérdida de soberanía y eso es prácticamente inaceptable”.

En septiembre, Peña ya había anunciado que Paraguay buscaría otros socios comerciales, citando a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Singapur.

La ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, también ha criticado a la UE.

En septiembre, declaró a JJCC que lamentaba que “la UE siempre trate al gobierno del presidente Lula como si fuera el gobierno del ex presidente (Jair) Bolsonaro”. Señaló que mientras a este último no le importaba el “Acuerdo de París sobre el cambio climático, el medio ambiente y los derechos indígenas”, el actual gobierno había “reducido la deforestación en la Amazonía en un 48% en los primeros siete meses del año”.

Muchos grupos ecologistas y organizaciones de derechos humanos se sienten realmente aliviados de que se haya pospuesto el acuerdo de libre comercio. Decenas de organizaciones de la sociedad civil han pedido que se negocie un acuerdo alternativo.

“Es una buena noticia para el clima y los derechos humanos que el acuerdo no se haya adoptado de forma apresurada por el momento”, afirmó Armin Paasch, experto en comercio de la organización católica de ayuda Misereor.