Según estudios recientes, se encuentran niveles peligrosos de “químicos permanentes” dañinos en ríos, lagos y agua del grifo en las regiones de Bangladesh donde se encuentran los fabricantes de prendas de vestir. Algunas de estas sustancias químicas se han relacionado con importantes problemas de salud.
Se descubrieron sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquilas (PFAS), a veces denominadas sustancias químicas eternas, en 27 muestras de agua tomadas cerca de industrias textiles en la ciudad capital de Dhaka. Bangladesh es un centro mundial de la moda que ofrece marcas a los mercados internacionales.
La investigación de la Organización para el Medio Ambiente y el Desarrollo Social (Esdo) y el Ipen, una red de ONG, afirma que se encontró que los niveles de PFAS eran mucho más altos en muchas de las muestras obtenidas en 2019 y 2022 que los límites legales de la UE y Estados Unidos. y algunas de las muestras incluían una o más sustancias prohibidas internacionalmente.
Un grupo de alrededor de 10.000 sustancias químicas conocidas como PFAS se han relacionado con varias enfermedades graves, incluidos varios tipos de cáncer. Desde la década de 1950, se han añadido y utilizado en la producción de bienes de consumo comunes.
Se les conoce como “productos químicos para siempre” porque, según los expertos, pueden tardar cientos o incluso miles de años en descomponerse una vez que se desechan los elementos en los que se utilizaron. Las PFAS tienen el potencial de permanecer en el agua durante generaciones si se filtran en ella. El 50% de los PFAS utilizados en todo el mundo corresponde al sector textil.
Bangladesh es signatario del Convenio de Estocolmo, que ha prohibido ciertas PFAS en todo el mundo y ahora está revisando otras. El acuerdo internacional busca proteger el medio ambiente y la salud pública del daño que pueden causar los contaminantes orgánicos persistentes.
El sesenta y siete por ciento de las 27 muestras que contenían PFAS incluían uno o más compuestos de PFAS prohibidos en todo el mundo. Con frecuencia se encontraron muestras de alto nivel cerca de instalaciones textiles, lo que indica que el sector puede ser un importante contribuyente a la contaminación del agua. La muestra de agua del río Karnatali tenía las concentraciones más altas de PFAS, más de 300 veces el límite recomendado por la UE. Dado que Bangladesh carece de leyes sobre PFAS, los resultados del estudio se compararon con los de la UE, los Países Bajos y los EE. UU.
“Bangladesh es un país pequeño con una gran población. Los cuerpos de agua son importantes fuentes de riego, agricultura, desarrollo industrial y agua potable. Descubrimos que el agua está contaminada con productos químicos altamente tóxicos y lo consideramos un gran problema que debe abordarse. Si Bangladesh es signatario del Convenio de Estocolmo, tiene la obligación de regular las PFAS”, afirmó Shahriar Hossain, autor principal del estudio.