Malí pone fin al acuerdo de paz con los grupos separatistas

Los gobernantes militares de Mali han puesto fin a un importante acuerdo de paz con los rebeldes separatistas tuareg en el norte del país, dijo el jueves el portavoz del gobierno, coronel Abdoulaye Maiga, en una declaración televisada.

Maiga dijo que el gobierno “toma nota de la total imposibilidad del acuerdo… y en consecuencia anuncia su fin, con efecto inmediato”.

Los rebeldes, agrupados en la Coordinación de Movimientos Azawad (CMA), ya habían acusado al gobierno de Bamako de “abandono” del acuerdo de paz en julio de 2022.

¿Cuál fue el acuerdo de paz?

El Acuerdo de Argel se firmó en 2015 con el apoyo de la ONU. Se había considerado un acuerdo esencial para mantener la estabilidad en la región que ha visto un estallido de violencia yihadista desde 2012.

El acuerdo tenía como objetivo que los ex rebeldes se integraran en el ejército nacional y permitiera una mayor autonomía para las distintas regiones.

La junta de Malí atribuyó el hecho a un “cambio de postura de ciertos grupos signatarios”, así como a “actos de hostilidad” por parte de Argelia, el principal mediador del acuerdo de paz.

Las tensiones han ido aumentando entre Malí y Argelia, y el primero acusa al segundo de “injerencia” y “actos hostiles”.

El gobierno de Malí convocó al embajador de Argelia en diciembre del año pasado, diciendo que el diplomático había mantenido reuniones con los separatistas tuareg.

Violencia e inestabilidad en Malí

Ya había señales de que el acuerdo se estaba desmoronando cuando estallaron los combates entre el ejército de Malí y los separatistas en agosto del año pasado.

El país de África occidental ha sufrido dos golpes de estado desde 2020, lo que llevó a un gobierno militar y a un enfrentamiento con las potencias occidentales que habían estado presentes en Malí como parte de una operación de contrainsurgencia.

La junta ordenó a las tropas de paz de la ONU que abandonaran el país, así como a las tropas francesas que habían estado luchando contra los insurgentes en el norte de Mali.

Su partida ha sido vista como un instigador del aumento de la violencia mientras tanto el gobierno como los grupos separatistas se apresuraban a llenar el vacío.

ab/sri (AFP, Reuters)