Para impulsar la competitividad global de la UE, debemos cambiar el rumbo de la política industrial y de innovación
Emmanuel Macron y Olaf Scholz Recientemente, los gobiernos de la UE han instado a la Unión Europea a reforzar su competitividad global mejorando sus capacidades tecnológicas para promover la investigación, la innovación y la infraestructura de vanguardia. Destacan la necesidad de eliminar los obstáculos burocráticos, reducir la fragmentación del mercado y mejorar las capacidades. Su objetivo es crear oportunidades de acceso recíproco al mercado y garantizar la igualdad de condiciones con los socios comerciales de la UE.
Un nuevo informe de Mario Draghi destaca la El informe de Draghi señala tres grandes retos a los que se enfrenta Europa para mantener una competitividad global sostenible. Draghi identifica tres prioridades fundamentales: fomentar la innovación, permitir la inversión sostenible y evitar una regulación excesiva que suponga una carga para las empresas europeas. Un obstáculo clave para la innovación, señala, es la “estructura industrial estática de Europa, que genera un círculo vicioso de baja inversión y baja innovación”. Draghi pide a la Comisión que desarrolle “una estrategia internacional integral de propiedad intelectual y proteja las patentes prometedoras y la innovación relevante para la UE”. El informe concluye además que la competitividad de la UE depende de “la digitalización de todos los sectores y de la creación de puntos fuertes en tecnologías avanzadas, que impulsarán la inversión, el empleo y la creación de riqueza”.
Implementación del informe Draghi
Las cartas de misión emitidas la semana pasada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursela von der Leyen, instan a los nuevos comisarios designados a implementar las sugerencias del Sr. Draghi para hacer que la UE sea más competitiva, más innovadora, con menos regulación y una formulación de políticas más basada en la evidencia.
La pregunta es: ¿cumplirá la Comisión con estas recomendaciones o continuará aplicando propuestas obsoletas que obstaculizan la competitividad de la UE y sus ambiciones comerciales globales?
Una de esas propuestas es el proyecto de Reglamento sobre patentes esenciales estándar (PEE), que podría socavar la existencia misma de la propiedad intelectual europea que hace posible tecnologías globales como la 5G, el wifi y el audio y el vídeo digitales.
El reglamento propuesto se publicó en abril de 2023, a pesar de que la propia evaluación de impacto de la Comisión no encontró pruebas de que la concesión de licencias de patentes esenciales estándar causara daños al mercado. En febrero de este año, el Parlamento Europeo aprobó una primera lectura del proyecto de reglamento hacia el final de su mandato.
La Comisión ha publicado una licitación para externalizar la aplicación de determinados aspectos del reglamento propuesto, lo que incluye la selección de las normas y aplicaciones que se verán afectadas por el reglamento propuesto y la elaboración de una nueva prueba general: si existe o podría existir una “grave distorsión del mercado interior debido a ineficiencias en la concesión de licencias”.
La pregunta es: ¿cumplirá la Comisión con estas recomendaciones o continuará aplicando propuestas obsoletas que obstaculizan la competitividad de la UE y sus ambiciones comerciales globales?
Según el derecho europeo, no puede haber en sí La regla de intervención generalizada en las negociaciones de licencias, tal como propone el reglamento, no se aplica a los límites de velocidad, que conllevan multas independientemente de si se producen accidentes o heridos. Si la conducta de una de las partes negociadoras da lugar a una disputa o a una supuesta infracción de la legislación sobre competencia, debe evaluarse caso por caso y en función de los hechos. Junto con la propuesta de fijar los precios, el intento de la Comisión de regular todo el mercado, independientemente de que surjan disputas o cuestiones relacionadas con la legislación sobre competencia, podría crear un obstáculo a la innovación en Europa.
En este caso no existen teorías probadas de que se produzcan daños. La ley presupone (podría decirse que exige) una negociación de buena fe, tanto por parte del licenciante como de los posibles licenciatarios. La conducta aberrante (posiblemente incluso una operación de falsa bandera) por parte de un mal actor no debería manchar toda una norma o aplicación.
Un riesgo para la innovación y la competitividad europea
Con el nuevo enfoque de toda la Comisión de trabajar juntos para lograr la competitividad global —y, por ende, los objetivos industriales y de innovación— esta propuesta de reglamento sobre patentes esenciales estándar debería eliminarse del programa de trabajo de la Comisión.
Los Estados miembros aún están deliberando sobre si el reglamento propuesto tiene algún fundamento. A algunos les cuesta aceptar que pueda cumplir con las obligaciones internacionales de la UE, el Estado de derecho y los principios de proporcionalidad, subsidiariedad y mejora de la legislación. Los estrictos requisitos administrativos de la propuesta podrían llevar a la pérdida de los derechos de propiedad intelectual europeos y restringir el acceso a los tribunales europeos, poniendo en peligro la capacidad de las empresas para proteger sus innovaciones, generar ingresos y reclamar daños y perjuicios por infracciones.
Si el reglamento propuesto se somete a un proceso tripartito (negociación entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo de la Unión Europea), podría ser adoptado, modificado significativamente o abandonado. Debería abandonarse. La propuesta actual es inaplicable, generará una incertidumbre significativa para las empresas en Europa y en el extranjero e inhibe gravemente la participación en cadenas de valor globales basadas en tecnologías estandarizadas, en particular para las pequeñas y medianas empresas, las universidades y las organizaciones de investigación.
También perjudicará a los principales innovadores europeos que lideran el desarrollo de muchas normas tecnológicas internacionales y que obtienen con éxito licencias de propiedad intelectual, entre ellos Ericsson, Nokia y Fraunhofer. Los principales beneficiarios de esta regulación serían las empresas que infringen las patentes esenciales de las normas europeas y obtienen una ventaja injusta en el mercado al eludir el pago mientras utilizan tecnologías patentadas por otros.
Una estrategia coherente para la competitividad de la UE
Este es un momento crítico para que toda la Comisión demuestre un compromiso coherente con el fomento de la innovación y la consecución de su ambición de lograr la competitividad global de la UE. Si bien el reglamento propuesto sobre la SEP tiene como objetivo aumentar la transparencia y la previsibilidad de la concesión de licencias de patentes en estas tecnologías estandarizadas, no aborda los desafíos más urgentes que enfrentan tanto las grandes organizaciones como las pymes en la UE: la escasez de personal cualificado y las cargas administrativas.
Otras jurisdicciones, incluidos importantes socios comerciales de la UE, como Estados Unidos y el Reino Unido, han llevado a cabo sus propias revisiones de todo el gobierno con estos mismos objetivos en mente. Utilizando un enfoque basado en la evidencia, concluyeron que no hay necesidad de una regulación excepcional de las patentes esenciales estándar ni de la fijación de precios, ya que esto frenaría la innovación. En cambio, se han centrado en invertir en áreas críticas de innovación e iniciativas específicas de mejora de las competencias.
La forma más eficaz y consolidada de conceder licencias de patentes es mediante la negociación entre el licenciante y el licenciatario. Las licencias se acuerdan de esta manera en la gran mayoría de los casos. Para maximizar este enfoque y fortalecer las cadenas de valor globales basadas en estándares tecnológicos, la UE debería invertir en I+D, educación y capacitación en materia de negocios, digitalización y propiedad intelectual. En lugar de introducir una regulación errónea en detrimento de la innovación de la UE, la Comisión debería fomentar la inversión pública y privada en innovación y ampliar iniciativas como IP4SME, que ayuda a las pymes a comprender la valorización y protección de la propiedad intelectual.
Estas iniciativas tienen un potencial mucho mayor para mejorar la competitividad global de la UE a largo plazo que cargar a los propietarios de patentes de la UE con trámites burocráticos innecesarios o reducir los incentivos para invertir en innovación de la UE permitiendo que operen fuerzas no comerciales. Estas son las probables consecuencias perjudiciales para Europa si la regulación propuesta de la SEP sigue adelante en cualquier forma.
Keith Mallinson es economista y experto en la industria de las telecomunicaciones en WiseHarbor y es practicante residente en el Centro de Propiedad Intelectual e Innovación de la Universidad George Mason. Elisabeth Opie es una abogada internacional en tecnología galardonada (con títulos en alemán, inglés y australiano) y la primera becaria de la Global Research Alliance.
Este artículo fue promocionado por Qualcomm