Polonia y Ucrania: una relación en crisis

“En Ucrania, la visión del papel de Polonia es cada vez más negativa”, afirma el experto polaco en Ucrania Krzysztof Nieczypor, del Centro de Estudios Orientales (OSW) de Varsovia.

Nieczypor acaba de regresar de un viaje a Kiev, donde, entre otras cosas, ha estado midiendo la temperatura de la actitud de los ucranianos hacia Polonia.

“En la prensa de Ucrania, nuestro país aparece a la par de Hungría y Eslovaquia, es decir, de países que se muestran escépticos sobre la adhesión de Ucrania a la UE y el apoyo militar al país”, dijo a JJCC.

Nieczypor está convencido de que la actual imagen negativa de Polonia en Ucrania se debe al embargo de cereales ucraniano impuesto por el gobierno saliente del PiS y al actual bloqueo de los cruces fronterizos por parte de camioneros polacos.

“Sobre todo”, afirma, “la situación en la frontera entre ambos países se ve de forma negativa, porque las protestas de las empresas de transporte polacas bloquean el transporte de todas las mercancías, incluidos los combustibles, que son de enorme importancia para el funcionamiento del Estado.”

Terremoto en las relaciones polaco-ucranianas

Los problemas actuales entre Polonia y Ucrania suponen una ruptura masiva en sus relaciones bilaterales. El año pasado, los ucranianos veían a Polonia como un aliado ejemplar.

El periodista Zbigniew Parafianowicz, que informa sobre Ucrania desde hace 20 años, se centra en esta fase de la relación en su último libro, “Polonia en guerra”.

El libro causó un gran revuelo en Polonia porque proporciona información de fondo hasta ahora desconocida sobre la estrecha relación entre los dos países desde la invasión rusa de Ucrania a principios del año pasado.

Vínculo personal entre dos presidentes

Según Parafianowicz, los estrechos vínculos comenzaron con una cumbre de dos días entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y el presidente polaco Andrzej Duda en la residencia oficial de este último en la ciudad de Wisla, en el sur de Polonia, un mes antes del inicio de la guerra. Parafianowicz escribe que los dos presidentes y sus asesores se unieron durante las sesiones impulsadas por el alcohol.

Este vínculo, dice, explica por qué Duda y el presidente lituano Gitanas Nauseda estuvieron en la capital ucraniana menos de 24 horas antes de que comenzara la invasión. Durante esta visita, Zelenskyy le dijo a Duda que la guerra era inminente y que probablemente se reunirían “por última vez”.

Según Parafianowicz, Zelenskyy llamó a Duda con frecuencia en las primeras semanas de la guerra, no necesariamente con una petición específica, sino simplemente como amigo y confidente.

Solidaridad polaca con Ucrania

Las estrechas relaciones políticas y la ola de solidaridad que recibió a los refugiados ucranianos en Polonia llevaron a una mayor asistencia.

“En los primeros días de la guerra, Polonia participó en el rearme de las fuerzas terrestres ucranianas, lo que fue de importancia decisiva para la defensa de Ucrania”, explica Parafianowicz a JJCC.

El autor también reveló cómo Varsovia entregó aviones de combate MiG a Ucrania. Parafianowicz afirma que para evitar el largo y complicado procedimiento de aprobación, la parte polaca simplemente dejó el avión cerca de la frontera con Ucrania e informó informalmente a Kiev del hecho.

El mensaje era que los ucranianos deberían desmontar los aviones y volver a montarlos en su propio territorio.

Vacilación alemana, apoyo polaco

Por el contrario, Alemania dudó durante mucho tiempo antes de proporcionar ayuda militar a Ucrania. Por este motivo, Polonia esperaba que tuviera un papel especial y sentía que finalmente estaba siendo reconocida internacionalmente por su apoyo ampliamente reconocido a Ucrania.

Pero, dice Parafianowicz, “los polacos subestimaron el papel de Alemania en formatos como el G7 y las relaciones transatlánticas. Los estadounidenses no verán a Polonia como ven a Alemania. La diferencia en el potencial político de los dos estados es demasiado grande”.

Propaganda en lugar de política

Sólo en la segunda mitad de 2022 Berlín se ofreció a apoyar a Ucrania con sistemas de defensa aérea. Por esa época, comenzó la campaña electoral en Polonia y el partido gobernante Ley y Justicia (PiS) comenzó a presentar a Alemania como su archienemigo.

Esto puso fin a una estrategia conjunta germano-polaca y, una vez más, Polonia fue vista como un actor menor. En resumen, la política exterior estaba siendo rehén de los asuntos internos de Polonia.

“En sus relaciones con Alemania, el PiS confundió propaganda con política”, afirmó Parafianowicz. “La mala voluntad y el resentimiento se elevaron a tal nivel que luego resultó imposible volver a reducirlos”.

¿Un reinicio de la relación Ucrania-Polonia?

Se puede considerar que el libro de Parafianowicz describe un período que ya es cosa del pasado: el conservador de derecha PiS, que ha gobernado Polonia durante los últimos ocho años, perdió las elecciones de octubre y se espera que un nuevo gobierno polaco liberal y proeuropeo tomará juramento el 13 de diciembre.

Algunos miembros de este probable gobierno ya han hecho ruido sobre su deseo de resolver la crisis en la frontera polaco-ucraniana. Los expertos dudan, sin embargo, de que la relación entre Varsovia y Kiev alcance las mismas alturas que durante el primer año de la guerra.

Al mismo tiempo, tanto Parafianowicz como Nieczypor opinan que Polonia seguirá estando hombro con hombro con Ucrania. “Estoy convencido de que Polonia seguirá apoyando a Ucrania en sus esfuerzos por ganar la guerra contra Rusia e impulsar el proceso de su adhesión a la Unión Europea”, afirma Nieczypor.

No sólo está en juego Ucrania

Para Polonia, se trata de algo más que su propia frontera con Ucrania. Varsovia ve la cuestión de la seguridad en un contexto mucho más amplio.

“Rusia estará en condiciones de rearmarse dentro de seis años”, afirma Zbigniew Parafianowicz. “Y entonces podría atacar a uno de los países bálticos. En este momento ya está poniendo a prueba a Finlandia”.

La tensión ha aumentado en la frontera ruso-finlandesa desde que Rusia comenzó a permitir que los inmigrantes viajaran a Finlandia sin obstáculos. Helsinki respondió cerrando las fronteras del país con su vecino del este.

“Por tanto, la guerra no se trata sólo de Ucrania”, concluye Parafianowicz. “Se trata de toda la dimensión de seguridad en el flanco oriental de la OTAN y en las regiones del Báltico y del Mar Negro”.