La empresa química estadounidense Monsanto utilizó glifosato, una mezcla del compuesto orgánico de fósforo con otras sustancias, para crear el herbicida Roundup, que distribuyó por primera vez en 1974.
Los agricultores de todo el mundo continúan fumigando sus campos con herbicida para eliminar las malas hierbas verdes antes de sembrar el cultivo. El aerosol químico también inhibe el crecimiento de malezas que pueden superar a los cultivos mientras crecen.
En la actualidad, varias docenas de empresas químicas en todo el mundo fabrican pesticidas que contienen glifosato. La alemana Bayer AG adquirió Monsanto en 2018, incluido su producto más vendido, Roundup, y mantiene “una posición de liderazgo” en el mercado de herbicidas, según declaró a JJCC el portavoz de prensa de Bayer, Utz Klages.
¿Cuál es el problema del glifosato?
Matar las malas hierbas y plantas silvestres en los campos agrícolas priva a los insectos de su hábitat. Esto, a su vez, priva a las aves de alimento.
“El herbicida destruye la base nutricional de los animales”, explica a JJCC Jörn Wogram, jefe del departamento de pesticidas de la Agencia Federal de Medio Ambiente de Alemania. “Por tanto, el glifosato, junto con otros pesticidas, amenaza la biodiversidad”.
Según los estudios, los aerosoles a base de glifosato también podrían alterar el material genético y afectar el sistema nervioso de animales y humanos. Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Ulm encontró malformaciones masivas en renacuajos, con trastornos en el cerebro, el corazón, los ojos y la forma del cuerpo debido a la exposición al herbicida.
Dado que la toxina se propaga a través del aire cuando se rocía en los campos, contamina ampliamente, desde las aguas superficiales y subterráneas hasta los productos agrícolas. Se han encontrado trazas en la orina humana y en la leche materna.
En la producción de soja se rocían grandes cantidades de pesticidas que contienen glifosato, como las semillas de soja genéticamente modificadas creadas por Monsanto para que sean resistentes al Roundup. Las consecuencias para la salud incluyen un mayor riesgo de cáncer en las comunidades agrícolas.
“Podemos ver muy claramente que la gente está empeorando con el glifosato”, dijo Medardo Ávila Vázquez, médico del Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología de Córdoba, Argentina. “En determinadas zonas rurales, tienen tres veces más probabilidades de padecer cáncer”, añadió el coautor de estudios sobre los impactos del glifosato en la salud de las poblaciones agrícolas.
El uso de glifosato en las zonas productoras de soja aumentó el número de abortos espontáneos entre dos y tres veces, dijo Ávila Vázquez a JJCC. Mientras tanto, los daños al material genético “cuadriplicaron el número de malformaciones”, añadió.
El investigador del cáncer Luoping Zhang de la Universidad de Berkeley en California ha evaluado el vínculo entre el glifosato y los tipos de linfoma, incluido el linfoma no Hodgkin.
“Las personas expuestas al glifosato o a herbicidas a base de glifosato tienen un 41% más de riesgo de desarrollar linfoma no Hodgkin”, explica Zhang a JJCC sobre un estudio.
Otros estudios independientes muestran que el glifosato puede dañar el sistema nervioso y provocar la enfermedad de Parkinson. El herbicida también daña los microorganismos, cambiando la composición vital de las bacterias intestinales esenciales para la salud humana.
¿Cómo están respondiendo la agencia de investigación del cáncer y las autoridades reguladoras?
En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer concluyó, basándose en estudios independientes y publicados, que el glifosato es probablemente cancerígeno.
Sin embargo, las autoridades nacionales responsables de aprobar el glifosato se basan casi exclusivamente en investigaciones realizadas por los fabricantes de pesticidas. Estos estudios no son públicos, no han sido verificados de forma independiente y han sido criticados por los científicos.
Por el contrario, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó una evaluación en julio afirmando que no podía identificar “áreas críticas de preocupación” relacionadas con el impacto del glifosato en la salud de los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Si bien reconoció que no pudo realizar una evaluación exhaustiva debido a “faltas de datos”, recomendó que se considerara la reautorización del glifosato en la UE.
“Los productores de pesticidas negaron los estudios sobre neurotoxicidad en el procedimiento de autorización de la UE”, afirmó el toxicólogo Peter Clausing de Pesticide Action Network sobre la evaluación de la EFSA. El proceso está marcado por un “secreto inaceptable”, añadió.
Dijo que los toxicólogos, los expertos en salud, los ambientalistas y algunos agricultores verían la prohibición como una victoria para el medio ambiente y la salud humana.
Él cree que el herbicida debería eliminarse gradualmente y el sector agrícola debería reformarse ampliamente.
Por ejemplo, los agricultores deberían recibir mejor apoyo para adoptar técnicas agrícolas sostenibles.
“La agricultura biológica demuestra que es muy posible cultivar sin herbicidas, como el glifosato, y ha desarrollado numerosas innovaciones sobre cómo cultivar bien sin ellos”, afirmó Saskia Horenburg, de la Federación Alemana de la Industria de Alimentos Ecológicos.
Entre las medidas se incluye la introducción de nuevas variedades de cereales que con sus hojas produzcan sombra y “supriman” el crecimiento de malas hierbas, explicó Horenburg.
¿Qué significaría la reautorización del glifosato?
El uso continuado de glifosato y otros herbicidas “pone en peligro el logro de los objetivos de sostenibilidad relacionados con la protección del medio ambiente”, afirmó en septiembre Wogram, de la Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente.
Para los países del Sur Global, la decisión de la UE “sin duda tiene un enorme significado”, afirmó Larissa Mies Bombardi. Investiga las consecuencias de los pesticidas en Brasil.
Si Europa decide prohibir la fumigación con glifosato, cree que esto tendría un efecto de señal significativo en Brasil y otros países.
Los pesticidas pueden venderse más fácilmente cuando las autoridades de la UE afirman que los problemas ambientales y de salud no son una preocupación importante. Esto cambiaría con una prohibición.