El 5 de agosto, Bangladesh vivió un final dramático e imprevisto para el gobierno de 20 años de Sheikh Hasina, cuando la primera ministra huyó de la capital, Dacca, a un “lugar más seguro” en un helicóptero militar. Al otro lado de la frontera, cuando Hasina aterrizó en Agartala, en el estado indio de Tripura, el júbilo festivo se apoderó de Bangladesh cuando manifestantes furiosos irrumpieron en el palacio de Gono Bhaban, destrozaron muebles, paneles de vidrio de las puertas, libros y otros objetos y expresaron su enojo por las cuotas de empleo en la administración pública anunciadas recientemente por el gobierno.
Los manifestantes arremetieron contra los símbolos del gobierno de Hasina, incluidos los bustos de su padre, el creador de Bangladesh, Bangabandhu Sheikh Mujibur Rahman.
“Hasina selló su destino cuando decidió responder a las protestas con brutalidad y arrogancia en lugar de buscar un diálogo serio con los líderes de las protestas. Empujó a los bangladesíes al límite”, dijo Thomas Kean, consultor sénior de Crisis Group sobre Bangladesh, en declaraciones a WION.
A medida que el país del sur de Asia se convertía en un estado de caos y anarquía, Hasina, que alguna vez ostentó la corona de primera ministra con más años de servicio en Bangladesh, cayó por las escaleras del poder a medida que la gente tomaba el control de lo que el país proclamaba como “democracia”.
El pasado de Sheikh Hasina
Sheikh Hasina, antes de convertirse en una de las líderes políticas femeninas más fuertes del subcontinente indio, era hija del padre fundador y primer presidente de Bangladesh, el jeque Mujibur Rahman.
La mujer que gobernó este país del sur de Asia durante dos décadas también se convirtió en la jefa de gobierno con más años en el cargo en el mundo antes de verse obligada a dimitir el 5 de agosto.
El año 2018 no trajo consigo ninguna novedad: los líderes de la oposición fueron detenidos o arrestados, no se les permitió celebrar reuniones y surgieron informes de agentes electorales secuestrados en medio de las elecciones generales.
Hasina volvió al poder en 2024 en lo que el opositor Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP) denunció como una “elección ficticia”. Antes de asegurar su ascenso al trono esta vez, Hasina hizo un feroz llamamiento a los líderes de su partido,
“Hay que romper las manos que se alcen contra nosotros”.
El 5 de agosto de 2024, las manos que se alzaron contra el gobierno democrático sin oposición de Hasina fueron más allá de un recuento visible. Esas manos, en la espalda del ejército del país, han recuperado el poder para restaurar la democracia, una iniciativa que en su día prometió la propia Hasina.