Las elecciones de Zimbabue se ampliaron por segundo día en ciertos distritos el jueves después de que retrasos en la distribución de las papeletas impidieran que la gente votara.
Se emitió un decreto presidencial para permitir que esos distritos extendieran la votación un día más, mientras los grupos de oposición denunciaban irregularidades y el arresto de más de dos docenas de observadores electorales.
Unos 40 distritos electorales ampliaron la votación después de que los votantes esperaran horas para tener la oportunidad de emitir su voto el día anterior. Aunque las zonas afectadas representan menos del 1% de los distritos del país, 11 de ellos se encuentran en la capital, Harare, que tiene el mayor número de votantes registrados.
La extensión de la votación se lleva a cabo en tres de las 10 provincias de Zimbabwe, incluido el bastión de la oposición Harare, Mashonaland Central, donde el partido gobernante es tradicionalmente dominante, y Manicaland, que es un campo de batalla clave para ambos lados.
El presidente Emmerson Mnangagwa busca la reelección después de un primer mandato. El hombre de 80 años tomó las riendas del país cuando el hombre fuerte Robert Mugabe fue derrocado en un golpe militar en 2017.
Mnangagwa se enfrenta a otros 10 candidatos, incluido su principal rival, el abogado y pastor Nelson Chamisa de la Coalición Ciudadana por el Cambio (CCC).
Detenidos observadores electorales
Las elecciones son vistas como una votación de alto riesgo, ya que Zimbabwe ha sufrido años de inflación galopante, fuerte depreciación de la moneda y una crisis de desempleo.
Pero los observadores han advertido que la contienda puede no ser justa. El partido gobernante ZANU-PF ha estado en el poder durante 43 años y ha sido acusado de utilizar las instituciones estatales para manipular las elecciones a su favor.
El jueves, la policía de Zimbabwe dijo que había arrestado a más de tres docenas de observadores electorales. La policía dijo que las organizaciones atacadas eran la Red de Apoyo Electoral de Zimbabwe, el Centro de Recursos Electorales y el Equipo Pachedu.
Unas 40 personas fueron detenidas durante múltiples redadas, en las que la policía también confiscó teléfonos móviles y ordenadores, acusándolos de “coordinar la supuesta publicación de los resultados electorales”.
La CCC calificó el proceso electoral de “fundamentalmente defectuoso”, diciendo que los retrasos, la intimidación y otras irregularidades significaron que la votación “no pudo producir un resultado electoral libre y justo”.
“No puede haber señal más clara del profundo pánico del partido gobernante que esta acción drástica y atroz”, dijo la CCC sobre los arrestos de los observadores electorales.
Observación de la comunidad internacional
Las elecciones de este año están siendo supervisadas por observadores de la UE, la Commonwealth, la Unión Africana y la Comunidad de Desarrollo del África Meridional (SADC, por sus siglas en inglés) de 16 naciones.
El Departamento de Estado de Estados Unidos había expresado su preocupación por la violencia política antes de las elecciones.
“Pedimos al gobierno de Zimbabwe y a todos los líderes políticos que garanticen que las elecciones estén libres de violencia y coerción”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El portavoz del Departamento de Estado criticó la denegación de credenciales a periodistas internacionales y de la sociedad civil local para cubrir las elecciones.
Por su parte, el gobierno de Zimbabwe y sus medios de comunicación estatales han acusado a los observadores de la UE y de Estados Unidos de tener prejuicios contra el partido gobernante.
jcg/sms (Reuters, AFP, AP)