Artículo de opinión: Los costos sociales del Pacto Verde amenazan a los más vulnerables
Las comunidades vulnerables y las organizaciones sociales que las cuidan enfrentan costos y dificultades crecientes bajo el Pacto Verde. Esto puede dejarlos indiferentes ya que, en su búsqueda por equilibrar diversos intereses, incluidas fuertes presiones económicas e industriales, omite un apoyo adecuado a las necesidades sociales.
En Eurodiaconia, una red de 61 iglesias y ONG cristianas en 33 países europeos, representamos a más de 30.000 proveedores de servicios sociales y sanitarios y defensores de la justicia social. Nuestras organizaciones reconocen la necesidad urgente de una transición ambiental justa, pero expresan su preocupación de que el plan actual hace muy poco para proteger a las comunidades vulnerables.
Reconocer esta realidad no socava la necesidad de políticas verdes, sino que más bien enfatiza el imperativo de perfeccionarlas.
Preocupaciones por el precio del carbono
Se espera que el segundo Sistema de Comercio de Emisiones (ETS2) de la UE, que cubre las emisiones del transporte por carretera y los edificios, tenga importantes impactos sociales cuando entre en vigor en 2027. La principal preocupación es que la fijación de precios del carbono en el transporte por carretera y los combustibles para la construcción aumentará el costo de artículos de primera necesidad cotidianos como la calefacción y el transporte, afectando desproporcionadamente a los hogares de bajos ingresos.
El Fondo Social para el Clima, diseñado para mitigar este impacto social negativo, es insuficiente para esta tarea, y los analistas ahora pronostican un posible aumento en los precios del combustible de 50 centavos por litro debido al ETS2, acumulando presión financiera adicional sobre los hogares y los proveedores de servicios sociales que ya están luchando. con el aumento de los costos de vida.
El costo del cumplimiento
Los cambios menos obvios no son menos preocupantes. La revisión de la Directiva marco sobre residuos de la UE, por ejemplo, trasladaría la carga financiera de la gestión de residuos de las autoridades locales a los productores, incluidos los actores de la economía social. Algunos de nuestros miembros en Dinamarca y Suecia informan que estos riesgos añaden costos de cumplimiento a los actores de la economía social que ya no cuentan con fondos suficientes, reduciendo su capacidad para servir a las comunidades vulnerables.
Los proveedores de servicios sociales y sanitarios también se enfrentan a nuevos requisitos de eficiencia energética en virtud de las revisiones de la Directiva sobre eficiencia energética de los edificios (EPBD), así como a obstáculos en el acceso a la financiación. El Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la UE requiere la integración de factores de sostenibilidad (criterios ESG) en la gestión de riesgos y las estrategias crediticias de los bancos. Un efecto de esto será impedir que las organizaciones sociales con edificios energéticamente ineficientes obtengan préstamos asequibles.
En Alemania, un miembro de Eurodiaconia informa que tuvo que vender propiedades y alquilar instalaciones más nuevas, ya que los costos de alquiler pueden ser subsidiados, mientras que los costos de renovación no. En Letonia, uno de nuestros miembros tenía la intención de cambiar su flota de vehículos a automóviles eléctricos para reducir su huella de carbono, pero la falta de opciones de financiación le obligó a recurrir a la compra de vehículos tradicionales con motor de combustión.
Pide un marco sólido
Si bien el Pacto Verde tiene como objetivo fomentar una economía más verde y combatir el cambio climático, su estructura actual corre el riesgo de dejar atrás no solo a las poblaciones vulnerables sino también a los actores de la economía social y los proveedores de servicios sociales que carecen de los recursos financieros para adaptarse y no reciben el apoyo adecuado en la transición.
Sin un marco sólido que aborde estos costos sociales invisibles, la implementación del Pacto Verde podría socavar objetivos ambientales más amplios al alienar a los grupos vulnerables. A medida que los formuladores de políticas avanzan, deben priorizar la equidad social junto con la sostenibilidad ambiental para garantizar que nadie se quede atrás.