Artículo de opinión: Por qué las energías renovables deben reemplazar a la nuclear

Artículo de opinión: Por qué las energías renovables deben reemplazar a la nuclear

Las energías renovables ofrecen una ruta más barata y confiable para reducir las emisiones que la energía nuclear. En cambio, Europa debería priorizar la energía verde.
Manifestación antinuclear, en Alemania, en Renania del Norte-Westfalia, Bonn

Ahora que el debate en torno a la energía nuclear se está volviendo polarizado e ideológico, es esencial volver a los datos y los hechos, y éstos muestran que invertir en energía nuclear no reducirá las emisiones en la próxima década.

Desde una perspectiva de costes, la producción de electricidad a partir de nuevas centrales nucleares es sustancialmente más cara que cualquier fuente de energía renovable, excepto algunas solares en tejados, según una evaluación de datos científicos realizada por Lazard, un banco de inversión. La energía nuclear cuesta más que la solar o la eólica a gran escala, incluso cuando se combinan con almacenamiento.

Por esta razón, actualmente no se están desarrollando proyectos nucleares puramente comerciales en ningún lugar del mundo: los nuevos proyectos están subsidiados por sus gobiernos o vinculados a iniciativas militares.

Los estados miembros de la UE que estén considerando nuevas plantas nucleares deberían calcular cuidadosamente los costos totales, ya que las cifras de Lazard no incluyen el desmantelamiento de plantas o el almacenamiento a largo plazo de desechos radiactivos, y mucho menos cubrir los costos asociados con posibles accidentes.

Las plantas nucleares también tienden a ser menos fiables en la práctica que en teoría. A nivel mundial, el tiempo de inactividad promedio de una planta nuclear es de cuatro meses al año, debido a factores que incluyen el mantenimiento planificado, el reabastecimiento de combustible, la falta de disponibilidad de piezas o de personal o la insuficiencia de agua de refrigeración de los ríos en tiempos de crisis climática.

La dependencia excesiva de la energía nuclear presenta riesgos para la seguridad del suministro de Europa, como lo demuestra el impacto de la crisis nuclear de Francia en 2022, que afectó a más del 11 por ciento de la capacidad de producción de electricidad de la UE. Combinado con la crisis del gas que siguió a la invasión rusa de Ucrania ese mismo año, esto resultó en un fuerte aumento de los precios de la energía.

La invasión de Rusia también desencadenó un movimiento para disminuir la dependencia de las importaciones de energía de países autocráticos y/o potencialmente hostiles. Si bien se han tomado medidas importantes para cambiar a proveedores alternativos de petróleo y gas, no ha surgido ningún movimiento de ese tipo que se aleje de Rusia como proveedor de uranio y tecnología nuclear.

Para los reactores existentes, se debe considerar la cuestión del desgaste. Los componentes construidos hace medio siglo y en uso durante más de 30 años son susceptibles a sufrir tensiones; cualquier país que opere plantas nucleares antiguas debería reconocer los crecientes riesgos de seguridad y tomar las medidas adecuadas.

No deben pasarse por alto el desmantelamiento y la gestión de residuos. Fuera de Finlandia, no habrá ningún repositorio final disponible en un futuro próximo. El material radiactivo peligroso –un peligro para la salud y el medio ambiente, y un posible cofre del tesoro para cualquier terrorista– debe almacenarse y protegerse de manera responsable.

Mientras tanto, los pequeños reactores modulares (SMR) existen sólo en el ámbito de la imaginación. Los principales científicos nucleares están investigando diferentes conceptos, pero hay muy pocos diseños operativos completos disponibles y es poco probable que estén listos antes de 2030. Según un estudio de BASE, la agencia alemana de residuos nucleares, los menores costes de construcción previstos sólo se materializarán si se construyen varios miles de plantas del mismo diseño.

Se ha tardado más de una década en construir nuevos grandes reactores, como el de Olkiluoto en Finlandia, Flamanville en Francia o Hinkley Point en el Reino Unido, y sus costos se han multiplicado por un factor de al menos tres.

Las energías renovables descentralizadas ofrecen un camino más rápido, más barato y más confiable para alcanzar la neutralidad climática.

Este artículo de opinión es parte de una serie de pros y contras. Lea el otro lado aquí.