La Contraloría General de Brasil (CGU) dijo el jueves que los registros de vacunación contra la COVID-19 del expresidente Jair Bolsonaro fueron falsificados.
Los registros sanitarios indican que Bolsonaro, un escéptico de la COVID-19 que se oponía a la vacuna en público, recibió una inyección de la vacuna en un centro de salud público de Sao Paulo en julio de 2021.
Sin embargo, la investigación de la CGU reveló varias inconsistencias en la entrada, lo que permitió al presidente eludir viajes y otras restricciones.
¿Cómo se reveló la falsificación?
Un comunicado de la CGU concluyó que el expresidente había abandonado la ciudad el día anterior y estuvo en la capital, Brasilia, hasta tres días después del mencionado ingreso.
Una enfermera que figuraba en los registros como la que había administrado la vacuna negó haberlo hecho y no trabajaba en el departamento que administraba las vacunas.
El lote de vacuna de Janssen que figura en la lista se utilizó únicamente para investigaciones clínicas y no se encontraba en existencias en el centro de salud, afirmó la CGU.
Lo que concluyeron los investigadores
“Respecto a la vacunación que supuestamente tuvo lugar en Sao Paulo, el único registro que aún queda en la tarjeta de vacunación (de Bolsonaro)”, dijo el organismo regulador. “La conclusión fue que se trataba de un fraude en el sistema estatal de registro de vacunas contra el COVID-19”.
Pese a ello, la CGU afirmó que el caso debería cerrarse “por falta de pruebas suficientes” para encontrar a los responsables.
Muchos funcionarios habrían podido introducir datos falsos tras acceder al sistema informático, afirmó.
Mientras fue presidente de 2019 a 2022, el líder de extrema derecha fue un crítico constante de las vacunas contra el COVID-19 e insistió en que no tenía intención de inmunizarse.
Red de contactos
El hallazgo de la CGU se produce después de que la policía federal dijera el año pasado que había descubierto un plan en el que un alto asesor de Bolsonaro supuestamente utilizó una red de contactos del sistema de salud y del gobierno para obtener certificados de vacunación falsos para Bolsonaro y otros.
La policía dijo que había pruebas de que Bolsonaro era “plenamente consciente” de las entradas fraudulentas en el sistema electrónico de registros de vacunación.
Las entradas falsas supuestamente se utilizaron para permitir que el círculo íntimo antivacunas de Bolsonaro eludiera los requisitos de viajes internacionales y otras restricciones.
Hasta ahora, la pandemia se ha cobrado más de 700.000 vidas en Brasil.
rc/ab (AFP, Reuters)