El líder norcoreano, Kim Jong Un, celebró el lanzamiento exitoso de un satélite espía militar en órbita anunciando el advenimiento de una “nueva era de una potencia espacial”, informó el viernes el medio estatal KCNA.
El martes, Pyongyang anunció que había lanzado con éxito el satélite “Malligyong-1”. Este fue su tercer intento de poner en órbita un satélite espía.
Kim justificó el lanzamiento como un derecho a la autodefensa, mientras que el primer ministro Kim Tok Hun lo describió como una demostración de la capacidad de Corea del Norte para atacar objetivos en todo el mundo, según los medios estatales.
‘Derecho a la legítima defensa’
En la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial (NATA), Kim calificó el lanzamiento como un “evento revelador” en medio de movimientos “peligrosos y agresivos” por parte de fuerzas hostiles, informó KCNA.
Al asistir a la recepción de celebración de la agencia espacial, Kim dijo: “La posesión de un satélite de reconocimiento es un ejercicio pleno del derecho a la autodefensa, las fuerzas armadas de la RPDC no pueden ceder ni un poco ni detenerse, ni siquiera un momento”.
Kim, acompañado por su pequeña hija Ju Ae y otros miembros de la familia, elogió a los científicos de NATA.
Según KCNA, todos los asistentes “aplaudieron con entusiasmo y expresaron su agradecimiento al gran padre que finalmente aseguró el lanzamiento exitoso”.
Corea del Sur sospecha de la ayuda rusa
El lanzamiento se produce tras la reunión de septiembre de Kim con el presidente ruso Vladimir Putin, quien aseguró a Pyongyang apoyo para construir satélites.
Los funcionarios surcoreanos dijeron que el último lanzamiento probablemente involucró asistencia técnica rusa.
Poco después del lanzamiento, Corea del Norte dijo que Kim ya estaba revisando imágenes de bases militares estadounidenses en Guam.
Seúl reconoció que el lanzamiento fue exitoso, pero señaló que es demasiado pronto para decir si el satélite está funcionando como afirma Corea del Norte.
El lanzamiento de un satélite espía aumenta las tensiones
Tanto la ONU como Estados Unidos condenaron el lanzamiento diciendo que violaba las resoluciones de la ONU que prohíben el uso por parte de Corea del Norte de tecnología aplicable a los programas de misiles balísticos.
Como respuesta, Corea del Sur suspendió parcialmente un acuerdo militar de cinco años con el Norte y al mismo tiempo aumentó la vigilancia a lo largo de la frontera.
Pyongyang tomó represalias el miércoles descartando por completo el pacto, destinado a reducir las tensiones militares, declarando que “nunca estará obligado” por el acuerdo.
Los expertos dicen que un satélite espía en funcionamiento mejoraría las capacidades de inteligencia de Corea del Norte, especialmente sobre Corea del Sur, y sería vital en cualquier conflicto militar.
ss/ab (AFP, Reuters)