Datos para siempre: cómo Gaia-X está cambiando el panorama de datos europeo
Uno de los principios fundacionales de la Unión Europea es el movimiento sin fricciones de personas y bienes. Pero en la era moderna, no son sólo las personas las que cruzan las fronteras. Los datos también lo hacen. Dado que el cambio tecnológico se ha producido tan rápidamente, los sistemas y procesos que utilizamos para recopilar y compartir datos han surgido junto con la tecnología de forma incremental e inconsistente.
Esto ha creado varios desafíos para los responsables políticos europeos que quieren garantizar que las regulaciones y la legislación sigan un paso por delante del cambio tecnológico. Una organización que proporciona coordinación y liderazgo para abordar los desafíos sociales, económicos y técnicos que ha introducido la era de los datos es Gaia-X.
“Nuestra visión es la de un futuro digital colaborativo e interconectado”, dice Ulrich Ahle, director ejecutivo de Gaia-X. El Parlamento. “Gaia-X busca crear una infraestructura de datos federada, un ecosistema descentralizado donde los datos puedan fluir sin problemas y al mismo tiempo garantizar la privacidad, la seguridad y la soberanía”.
Gaia-X es una red europea que reúne a partes interesadas de diferentes sectores, incluidos la industria, el mundo académico y el gobierno. Está impulsado por el compromiso de hacer que los servicios de datos cumplan con los más altos niveles de seguridad, transparencia e interoperabilidad mediante el desarrollo de estándares y principios comunes.
“Nuestro punto de partida está dentro de Europa, pero también necesitamos encontrar una manera de colaborar con actores globales”.
La tarea a la que se enfrenta Gaia-X es urgente. Europa está en la cúspide de cambios importantes que conducirán a un aumento exponencial en el volumen y los tipos de datos que se recopilan. Las ciudades inteligentes, el Internet de las cosas, las nuevas tecnologías de sensores y la inteligencia artificial están impulsando un aumento exponencial en la cantidad de datos que recopilan y utilizan las empresas y los organismos públicos.
Ahle tiene claro que los socios europeos deben comprometerse a desarrollar sistemas que faciliten el acceso y el uso de esos datos antes de esa curva inminente. Y las propias empresas son una parte importante para impulsar ese cambio, reconociendo los beneficios que puede aportar la colaboración de datos.
Los esfuerzos de Ahle y su equipo ya están dando resultados tangibles en el mundo real. Señala ejemplos en los que la industria ya se está beneficiando del establecimiento de espacios de datos comunes donde pueden compartir sus propios datos y acceder a los de otros.
Ahle cita los sectores agrícola y automotriz europeos como ejemplos de sectores donde los espacios de datos compartidos ya permiten la colaboración e impulsan la innovación. Por ejemplo, el proyecto Catena-X de Gaia-X ha proporcionado un nuevo espacio de datos descentralizado para la industria automotriz con estándares comunes para el intercambio de datos entre empresas a lo largo de toda la cadena de valor.
“Catena-X ha reunido a empresas como BMW, Renault y BASF para crear un espacio de datos automotrices operado en una infraestructura de nube federada”, explica a El Parlamento. “Se puso en marcha el año pasado. Esto no es una aspiración, es una realidad”.
Los socios automotrices ahora pueden conectarse al espacio de datos y determinar de un vistazo quiénes son los socios de la cadena de suministro que proporcionan datos, quién tiene derecho a acceder a ellos y cómo se les permite utilizarlos.
Si bien gran parte de la atención inicial se centra en la industria, Ahle cree que estos pasos iniciales están creando un modelo que, en última instancia, también traerá beneficios a los ciudadanos individuales que pueden estar cada vez más inseguros sobre exactamente cómo se utilizan sus datos personales.
“Los datos no tienen fronteras, necesitamos tener un enfoque global”.
“Todavía estamos en la fase de aumento y aún no estamos en condiciones de ofrecer esto al consumidor normal”, nos dice. “Las primeras implementaciones en el mundo real están en el lado empresarial, pero los instrumentos que se están desarrollando también están ahí para ser utilizados en el lado del consumidor”.
Sin embargo, para lograr ese cambio de enfoque será necesaria la colaboración entre diferentes socios, tanto dentro como fuera de Europa. La tecnología y los datos no siempre respetan fronteras geográficas, por lo que cualquier solución eficaz deberá desarrollarse junto con medidas similares en otros territorios como Estados Unidos y Japón.
“Creo firmemente que este enfoque sólo será sostenible cuando sea aceptado y adoptado a escala global”, nos dice Ahle. “Catena-X en la industria automotriz es un buen ejemplo global porque en esa industria los procesos no se detienen en las fronteras europeas. Nuestro punto de partida está dentro de Europa, pero también necesitamos encontrar una manera de colaborar con actores globales”.
Ahle tiene claro que, independientemente de los socios colaborativos con los que trabaje Gaia-X, sus principios clave siempre adoptarán los valores fundamentales de la Unión Europea, como la transparencia, el acceso abierto y la protección de la privacidad.
“Proyectos emblemáticos como Catena-X no son una aspiración, son una realidad”.
“Nuestro enfoque se basa en un sistema de valores europeo”, explica Ahle. “La Comisión Europea ha definido parte de las condiciones marco para la gestión de datos, con el GDPR, la Ley de Gobernanza de Datos y el acuerdo para la Ley de Inteligencia Artificial. Por tanto, tenemos un sistema de valores europeo bajo el cual planeamos gestionar los datos. Gaia-X encaja firmemente en esto”.
Al partir de esos principios, Gaia-X está allanando el camino para un panorama digital unificado, seguro y soberano que puede establecer nuevos estándares para otros territorios. Si tienen éxito, colocarán a Europa a la vanguardia de los esfuerzos para hacer que la forma en que se utilizan los datos sea más accesible y transparente, algo que en última instancia beneficiará tanto a las empresas como a los consumidores.
En alianza con
Este artículo fue elaborado en asociación con Gaia-X.