Más de uno de cada 200 españoles afirma haber sufrido abusos sexuales por parte de la Iglesia católica cuando eran menores, según un informe publicado el viernes.
La encuesta de 8.000 personas, encargada por el Defensor del Pueblo de Derechos Humanos de España, encontró que aproximadamente el 0,6% de la población adulta española de alrededor de 39 millones de personas, unas 200.000 personas, dijeron haber sido abusadas por un sacerdote.
“Al poder citar un 0,6% se puede ver la magnitud de lo que puede significar en términos de abuso global”, afirmó el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.
La cifra se duplica a 400.000 personas (el 1,13% de la población adulta) si se tienen en cuenta los presuntos abusos cometidos por laicos, como los profesores de las instituciones de la Iglesia.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, dijo que la publicación del informe era un “hito” en la historia democrática del país.
“Hoy somos un país un poco mejor, porque se ha dado a conocer una realidad que todo el mundo conocía desde hace años pero de la que nadie hablaba”, dijo Sánchez a los periodistas en Bruselas.
¿Qué decía el informe?
El informe de 777 páginas también incluye declaraciones de 487 víctimas, que subrayaron “los problemas emocionales” que les ha causado el abuso, afirmó Gabilondo.
“Hay personas que se han suicidado… personas que nunca han podido recomponer sus vidas”, afirmó el Defensor del Pueblo.
El informe también pide la creación de un fondo estatal para compensar a los supervivientes, de los cuales se cree que alrededor del 65% son hombres.
La Conferencia Episcopal de España no hizo comentarios sobre el informe el viernes. Sin embargo, abordará las conclusiones en una reunión extraordinaria el lunes.
Los patrones de abuso sexual infantil dentro de la Iglesia Católica Romana ocuparon los titulares mundiales en 2002 después de que los sacerdotes revelados habían abusado sexualmente de niños durante décadas y los líderes de la iglesia lo encubrieron.
Desde entonces, la iglesia ha enfrentado acusaciones similares en varios países, incluidos Estados Unidos, Irlanda, Australia, Francia y Chile.
zc/jcg (AFP, Reuters, KNA, EFE)