El informe tan esperado y ordenado por el Congreso critica la conducción de la guerra por parte de Israel en muchos lugares, pero en última instancia concluye que Las garantías del gobierno israelí sobre el uso de armas estadounidenses de acuerdo con las leyes de los conflictos armados son “creíbles y sólidas”. Una declaración contraria podría dar lugar a restricciones al suministro de armas a Israel.
El problema de evaluar las acciones israelíes
A pesar de estas conclusiones, el Departamento de Estado afirma que “dada la dependencia de Israel de equipos de defensa fabricados en Estados Unidos, es razonable concluir que dichos equipos han sido utilizados por las fuerzas de seguridad israelíes desde el 7 de octubre en casos incompatibles con sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario”.
Sin embargo, el documento señala la información incompleta recibida del gobierno israelí, la naturaleza del conflicto y el ocultamiento de los combatientes de Hamás entre civiles como razones por las que no puede verificar casos específicos en los que se utilizaron ilegalmente armas estadounidenses.
Washington bloqueó algunos suministros de armas
El documento no tiene relación con el anunciado por el presidente Biden y la Casa Blanca. suspender algunas entregas de bombas de 2.000 libras y municiones de precisión a Israel. Biden detuvo un envío de ese tipo de armas por los planes de Israel de asaltar Rafah en el extremo sur de la Franja de Gaza, donde se refugian más de un millón de palestinos.
Demasiadas bajas civiles
A pesar de considerar creíbles las garantías israelíes, el informe critica repetidamente el comportamiento de Israel en el caso. limitar las bajas civiles, evitando huelgas contra los trabajadores humanitarios y permitiendo la ayuda humanitaria. Menciona, entre otros: repetidas operaciones militares en zonas conocidas donde se encuentran organizaciones humanitarias, miembros de las autoridades israelíes fomentando protestas y ataques a convoyes humanitarios, y “muchos informes” de daños a civiles, que ponen en duda el cumplimiento por parte de Israel de las normas legales y las buenas prácticas.
Sin embargo, el documento señala que la situación ha mejorado en estas zonas, entre otras: después en marzo – después de que Israel matara a los voluntarios de World Central Kitchen – El presidente Biden obligó a las autoridades israelíes a comprometerse a aumentar la ayuda y la protección de las organizaciones humanitarias. Ante esta situación, el ministerio afirmó que aunque el nivel de ayuda que llega a los civiles sigue siendo insuficiente, Israel no prohíbe ni limita la ayuda humanitaria a los civiles.
Conflicto en el Departamento de Estado
La publicación del informe estuvo asociada a una controversia dentro del propio Departamento de Estado. Algunos empleados del ministerio afirmaron que Israel está violando el derecho internacional y el documento debería haberlo tenido en cuenta.. Igualmente descontento se mostró el autor del reglamento que impone la obligación de elaborar el informe, el senador demócrata Chris van Hollen, quien acusó a la administración de “evitar respuestas a las preguntas más importantes”. Los republicanos en el Congreso descartaron el documento por considerarlo perjudicial para Israel, y algunos comenzaron a hablar abiertamente sobre la posibilidad de acusar al presidente Biden en relación con la suspensión del suministro de armas a Israel.
Oskar Górzyński de Washington