La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, corre el riesgo de ser destituida de su cargo por un viaje que realizó a la Unión Europea, durante el cual se reunió con líderes extranjeros para ejercer presión a favor de la membresía de Georgia en el bloque.
Zurabishvili está siendo acusado por el partido gobernante, Sueño Georgiano, de violar la constitución al visitar países extranjeros sin permiso del gobierno. Ahora dice que está lanzando un intento de juicio político.
Georgia solicitó la adhesión a la Unión Europea después de que Rusia lanzara una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, pero se considera que el actual gobierno de la ex república soviética se inclina hacia Rusia.
Durante su viaje, Zurabishvili se reunió con el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier en Berlín el jueves y luego con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en Bruselas el viernes.
En Georgia, el papel presidencial es ceremonial y el gobierno ostenta la mayor parte del poder. Zurabishvili ha sido presidente desde 2018.
¿Qué ha dicho el gobierno?
“En la reunión del consejo político del partido tomamos la decisión de iniciar el procedimiento de destitución contra el presidente de Georgia”, dijo el viernes Irakli Kobakhidze, presidente de Georgian Dream, en una conferencia de prensa.
Kobakhidze acusó al presidente de “hacer la vista gorda ante graves violaciones de la Constitución”.
Dijo que en los próximos días se recogerían firmas de los legisladores para destituir al presidente.
Se necesita el apoyo de la oposición
Kobakhidze, sin embargo, afirmó que el proceso de destitución sólo podría tener éxito si la oposición brinda su apoyo.
La oposición ha dicho que votará en contra del juicio político si Zurabishvili accede a indultar al ex presidente georgiano Mikheil Saakashvili, que está gravemente enfermo en prisión tras haber sido declarado culpable de abuso de poder mientras ocupaba el cargo.
Georgia ha estado presionando por su integración en la UE durante años, y una guerra con Rusia en 2008 alimentó la hostilidad entre Tbilisi y Moscú.
Pero durante el año pasado, el gobierno georgiano encabezado por el primer ministro Irakli Garibashvili ha dado señales de que quiere vínculos más estrechos con Moscú, entre otras cosas reabriendo vuelos directos con Rusia en mayo, una medida condenada por la UE.
En marzo, el gobierno también intentó introducir una ley sobre “agentes extranjeros” que se parecía mucho a una legislación similar en Rusia.
tj/sms (dpa, AFP)