Israel está practicando una invasión terrestre del Líbano. ¿Habrá una nueva guerra?

Este conflicto parece cada vez más acalorado. A mediados de mayo, Hezbollah, que dispara regularmente cohetes contra los territorios del norte de Israel, anunció por primera vez que había atacado con éxito una base militar israelí cerca de la ciudad de Tiberíades con drones.

Ejercicios “simulando escenarios de combate”

El lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel admitieron en un comunicado que en las últimas semanas su 146.ª División y su 205.ª Brigada Blindada de Reserva habían realizado ejercicios “simulando escenarios de combate (…), el rápido despliegue de tropas sobre el terreno, la operación de división y cuartel general de la brigada y disposición para atacar” el Líbano.

Maha Yahya, experto en Oriente Medio del centro de estudios de Washington Carnegie Endowment for International Peace, evaluó en “Foreign Affairs” que el riesgo de que estalle una guerra entre Israel y Hezbollah está aumentando significativamente.

En el texto titulado “La próxima guerra de Israel”, Yahya señaló que el aumento de las tensiones entre Irán e Israel, que está influenciado en gran medida por el hecho de que fuerzas conservadoras y nacionalistas han llegado al poder en ambos países, puede conducir a un enfrentamiento sangriento.

Las tensiones entre Jerusalén y Teherán aumentaron dramáticamente el 1 de abril cuando Israel bombardeó el consulado iraní en Damasco, matando a oficiales iraníes de alto rango. Dos semanas después, Irán lanzó un lanzamiento de misiles sin precedentes contra Israel y, según el experto, cruzó así el Rubicón. Las fuerzas israelíes respondieron con un ataque con aviones no tripulados en la provincia iraní de Isfahán.

Este intercambio de golpes es una nueva cualidad en las relaciones entre los dos países, teniendo en cuenta que Irán ha utilizado hasta ahora la práctica de la “paciencia estratégica” hacia su principal enemigo, Israel. “Ahora todo ha cambiado”, afirma el semanario británico Economist.

No le servirá de nada a Teherán incitar a un conflicto entre Hezbolá e Israel

Yahya enfatizó que se debe tener en cuenta que después del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, Irán intentó hacer el mejor uso político de esta situación y “obtener beneficios estratégicos de las operaciones de Israel en la Franja de Gaza”. La ira de los países árabes causada por la escala y la brutalidad de la ofensiva israelí tenía como objetivo fortalecer el “eje de resistencia” liderado por Teherán contra el Estado judío y fortalecer aún más la posición de la República Islámica.

Sin embargo, Jarosław Kociszewski dijo en una entrevista para PAP que la creencia de que atacar los intereses de Israel permite ganar capital político en el mundo árabe es un estereotipo, y Teherán ahora se beneficiará al incitar a un conflicto entre Hezbolá y el Estado judío. Además, “la situación actual conviene a Irán”, y el anterior intercambio de disparos entre Irán e Israel “tenía como objetivo determinar los límites de la paciencia de ambas partes” y no conduce a una mayor escalada.

Hezbollah, partido chiita del Líbano y también organización terrorista, está financiado, entrenado y apoyado en general por Teherán, por lo que constituye un eslabón importante en el “eje de la resistencia”, una red que le permite ejercer una influencia significativa en todo el región. En los conflictos con Israel, Hezbollah también desempeña el papel de “subcontratista” de Irán.

La estrategia de Teherán suele estar calculada para evitar un conflicto abierto con el Estado judío y depender de organizaciones clientes de la República Islámica. “Estos grupos no sólo pretenden ser una extensión de su influencia en la región, sino también defender los intereses (de Irán) y detener cualquier ataque directo al territorio iraní”, explicó Yahya.

Kociszewski también cree que lo más importante para Irán es “llevar el conflicto más allá de sus propias fronteras”, por lo que recurre a partidarios como Hezbollah.

La presión diplomática de Estados Unidos ayudó a evitar la guerra con el Líbano

Aunque nadie está interesado en que estalle otra guerra israelí, el impopular y políticamente debilitado Primer Ministro Benjamín Netanyahu puede querer una confrontación con Hezbollah para fortalecer su posición, señaló Yahya.

El ministro del Gabinete de Guerra israelí, Beni Gantz, reitera que la frontera de Israel con el Líbano es actualmente un “frente operativo” que constituye el “desafío más grande y urgente” para las fuerzas armadas israelíes.

Hasta ahora, la presión diplomática de Estados Unidos sobre Netanyahu ha ayudado a evitar la guerra con el Líbano, pero el curso de la guerra con Hamas ha envalentonado a Israel. Las fuerzas israelíes ya han emitido un mensaje titulado “Disposición a pasar de la defensiva a la ofensiva” y presentando el estado de los preparativos para la confrontación con Hezbollah. Quizás la pregunta no debería ser si Israel atacará el Líbano, sino cuándo lo hará, admitió un experto del Carnegie Endowment for International Peace.

Hezbollah ha entrenado a organizaciones relacionadas en Irak y Yemen durante la última década, y su líder, Hasan Nasrallah, tiene estrechas relaciones personales con otros grupos vinculados a Irán. Por lo tanto, si Israel ataca al Líbano, podría provocar una respuesta mucho más organizada de esos grupos que la propia ofensiva de Gaza. Esto puede dar lugar a operaciones dirigidas a las fuerzas estadounidenses estacionadas en Oriente Medio y a acciones de represalia por parte de Estados Unidos, advirtió el autor.

Israel espera garantizar su seguridad destruyendo a Hamás y a Hezbolá, pero “obviamente, una solución violenta no eliminará a ninguno de estos grupos. (…) Con el tiempo, renacerán, más ricos y con más experiencia”, concluyó Yahya.