Los ataques en el Mar Rojo hacen tambalearse el comercio mundial

En la mañana del 21 de febrero, un carguero chocó contra un puente en Guangzhou, China, uno de los puertos marítimos más activos del mundo, provocando el colapso parcial de la estructura. Este tipo de accidente en un lugar por donde pasa una parte importante del comercio Este-Oeste puede tener costosas consecuencias para el comercio marítimo. Afortunadamente, en esta ocasión el incidente no provocó ningún retraso en el envío.

Las rutas marítimas internacionales ya se enfrentan a muchos obstáculos. El transporte marítimo, medio de transporte de más del 80% de las mercancías mundiales, se enfrenta a la piratería en aguas asiáticas y africanas, y también a los efectos de los conflictos armados y los bajos niveles de agua.

Cuellos de botella en el transporte marítimo mundial

Dos de las tres vías navegables artificiales más importantes del mundo no son totalmente navegables en la actualidad: el Canal de Suez en Egipto, debido a los ataques a cargueros en el Mar Rojo por parte de rebeldes hutíes respaldados por Irán y vinculados a la guerra entre Israel y Hamas, y el Canal de Panamá en Centroamérica, debido a niveles de agua persistentemente bajos.

Los dos canales son fundamentales para el transporte oportuno y rentable de mercancías, ya que permiten a los barcos evitar rutas mucho más largas y a menudo más peligrosas alrededor del sur de África (Cabo de Buena Esperanza) y América del Sur (Cabo de Hornos).

Las empresas navieras se han visto obligadas a desviar sus buques como consecuencia de las obstrucciones en los canales de Panamá y Suez, lo que está elevando los costes de los fletes y provocando un aumento de las emisiones marítimas.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advirtió en febrero que los tiempos de viaje más prolongados están alterando muchas cadenas de suministro, provocando retrasos en la llegada de contenedores, atascos en puertos marítimos ya concurridos y retrasos en las entregas a los clientes finales.

Los armadores están luchando

Jeremy Nixon, director de la compañía naviera de contenedores singapurense-japonesa Ocean Network Express (ONE), ha advertido que varias empresas no pueden cumplir con sus calendarios de entrega.

“Todo el mundo está luchando con la integridad de los horarios y, por lo tanto, estamos teniendo conflictos de atraque en varios puertos”, dijo Nixon en febrero, refiriéndose específicamente a Shanghai y Dubai, así como a varios puertos alrededor del Estrecho de Gibraltar.

Los desvíos por el sur de África pueden prolongar los tiempos de viaje de los barcos que se desplazan desde Asia al norte de Europa entre 10 y 14 días, lo que tiene un efecto en cadena en las cadenas de suministro en otras partes del mundo.

No hay suficiente espacio de carga

Nixon calculó la carga para su empresa a partir de los desvíos, diciendo que ONE normalmente tendría 12 barcos recorriendo la ruta de Asia a Europa, pero ahora necesitaría 16 barcos para proporcionar el mismo servicio ininterrumpido, ya que el viaje de regreso ahora toma más de 100 días.

Pero su compañía no tiene buques adicionales y, en cambio, se le ha ordenado a sus barcos que se muevan entre un 10 y un 15% más rápido de lo habitual para limitar el tiempo perdido. Pero eso no es suficiente.

“Simplemente no hay suficientes barcos disponibles en todo el mundo (…) para cubrir estos tiempos de tránsito mucho más largos”, dijo Nixon al diario económico.

Las flotas navieras mundiales están creciendo y se espera un aumento del 8% en la capacidad para 2024. Pero muchos de estos buques no estarán en servicio hasta finales de año. A medio plazo, su llegada será un arma de doble filo, ya que una excesiva capacidad de transporte provocará una caída de los fletes y reducirá los beneficios de las compañías navieras.

Los precios suben bruscamente

La UNCTAD descubrió que los precios al contado de los contenedores desde Shanghai a Europa aumentaron en promedio un 256% entre diciembre de 2023 y febrero de 2024, debido principalmente a los ataques de los hutíes en el Mar Rojo, que el Canal de Suez conecta con el Mar Mediterráneo. En comparación con el mismo período del año pasado, hay un 42% menos de buques de carga que pasan por el canal.

El organismo de la ONU prevé “impactos económicos de gran alcance para el transporte de contenedores”, que provocarán retrasos en las entregas, mayores costes y aumento de la inflación, y señala que los consumidores sentirán el impacto dentro de un año.

Según la UNCTAD, las rutas más largas no sólo significan un aumento de los costes. La contaminación ambiental también ha aumentado debido al mayor consumo de combustible y a las velocidades más rápidas. En la ruta Singapur-Rotterdam, la UNCTAD calculó que las emisiones de gases de efecto invernadero podrían dispararse un 70% en un viaje de regreso.

Estos costos ambientales y económicos “ponen una presión adicional sobre los países en desarrollo”, advirtió la agencia de la ONU.