Malí: 15 cascos azules de la ONU resultan heridos cuando los rebeldes atacan un convoy

Los ataques rebeldes en Mali hirieron a 15 cascos azules de las Naciones Unidas, dijo la ONU el viernes.

El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, dijo que siete cascos azules que viajaban en un convoy resultaron heridos en un ataque el viernes, tras un ataque el miércoles que hirió a ocho. En ambos ataques, los vehículos de las fuerzas de paz alcanzaron artefactos explosivos improvisados ​​(IED).

La explosión del viernes marcó el cuarto incidente de este tipo con un artefacto explosivo improvisado desde la salida del convoy de la base de la ONU en Kidal el martes, según Dujarric.

Convoy de la ONU viaja sin apoyo aéreo

Los ataques ocurrieron mientras un convoy de la ONU viajaba hacia el sur siguiendo el mandato de las fuerzas de paz de retirarse de Mali después de que la junta, después de derrocar al presidente en 2021, exigiera la salida de las casi 15.000 fuerzas de la ONU en junio.

Las fuerzas de paz de la misión, conocida como MINUSMA, abandonaron su campamento en un largo convoy de decenas de vehículos con destino a Gao, una importante ciudad del norte a unos 350 kilómetros (220 millas) de distancia.

La situación se ha visto agravada por la negativa del gobierno de Malí a permitir apoyo aéreo para el convoy, dejándolos vulnerables mientras navegan por algunos de los territorios más peligrosos de África occidental.

El Consejo de Seguridad de la ONU planea completar la apresurada retirada bajo crecientes amenazas a la seguridad antes del 31 de diciembre.

Desde su creación en 2013, MINUSMA ha sido una de las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU más mortíferas a nivel mundial, habiendo perdido más de 300 efectivos.

La ONU destruye equipos sensibles antes de partir

Antes de la salida definitiva de su base en Kidal, las fuerzas de la ONU destruyeron equipos sensibles para evitar que fueran confiscados por los insurgentes estacionados en las cercanías.

La portavoz de la misión, Fatoumata Sinkoun Kaba, dijo a la agencia de noticias Reuters que las fuerzas de paz destruyeron equipos por valor de millones de dólares.

Poco después de su partida, los rebeldes de etnia tuareg reclamaron el control de la base.

Se subieron pruebas del saqueo a las redes sociales, que mostraban a los lugareños llevándose artículos como neumáticos, cables y sillas.

Los expertos han expresado preocupación por la posibilidad de un colapso total del Estado maliense, lo que podría exacerbar la inestabilidad en una región que ya está amenazada por grupos conectados con Al Qaeda y el Estado Islámico.

ss/sms (AP, AFP, Reuters)