El viernes concluyó en Skopje, capital de Macedonia del Norte, una cumbre de ministros de Asuntos Exteriores de dos días de duración de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
El organismo de seguridad de 57 miembros anunció formalmente que Malta ocuparía la presidencia rotatoria de la OSCE el próximo año.
Estonia, miembro de la OTAN, había buscado el puesto, pero Rusia vetó la candidatura de Tallin. Meses de negociaciones terminaron a principios de esta semana con un acuerdo diplomático para que Malta asuma el papel.
“Hoy es un éxito para la OSCE. En las circunstancias actuales, encontrar un terreno común sobre cualquier tema es un desafío y no pretendo lo contrario”, afirmó la Secretaria General Helga Schmid, una de los cuatro altos funcionarios de la OSCE a quienes se les ampliaron sus funciones antes de su nombramiento. Los mandatos expiraron, dijo en una conferencia de prensa.
Rusia se había opuesto a la prórroga pero finalmente aceptó que los cuatro funcionarios continuaran en los cargos.
Las tensiones con Rusia eclipsan la reunión
El bloqueo de Moscú y la presencia del Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, en la reunión de dos días provocaron una reacción violenta de países que ya estaban indignados por la guerra de Rusia en Ucrania.
La asistencia de Lavrov llevó a Ucrania y otros países a boicotear la reunión. Otros asistentes, entre ellos Alemania y los principales diplomáticos de la UE, lo vieron como una oportunidad para hacer frente a Moscú, pero insistieron en que no mantendrían conversaciones bilaterales con Lavrov.
El viernes, Lavrov respondió criticando la salida anticipada de Antony Blinken de Washington y Josep Borrell de la UE.
“¿Porqué es eso?” dijo Lavrov. “Bueno, probablemente creen que están reforzando su intención de aislar a Rusia. Pero creo que son simplemente cobardes, tienen miedo de cualquier diálogo honesto que involucre hechos”.
Blinken salió de Skopje el jueves temprano y se dirigió a Medio Oriente.
Borrell defendió la asistencia de Lavrov y dijo que era una oportunidad para que el diplomático ruso escuchara “por qué Rusia está aislada”.
Varios estados han acusado a Rusia de intentar destruir a la OSCE.
La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, dijo el jueves que los procesos de toma de decisiones de la OSCE deben fortalecerse “incluso si Rusia ha puesto enormes obstáculos” a su trabajo.
“El pérfido juego del gobierno ruso es y fue también destruir organizaciones que dependen de la coexistencia pacífica y la cooperación, con su brutal guerra contra Ucrania”, dijo Baerbock, y agregó: “Y no permitiremos que eso suceda”.
mm, fb/nm (AFP, EFE, Reuters, dpa)