Op-Ed: el desafío de Trump a la regulación de la UE requiere mejor, no menos, legislación

Op-Ed: el desafío de Trump a la regulación de la UE requiere mejor, no menos, legislación

El enfoque regulatorio de la UE está bajo presión de Trump, destacando la necesidad de una legislación más inteligente y más efectiva, no la desregulación.
Los comisionados europeos que abren sus investigaciones de incumplimiento contra Alphabet, Apple y Meta bajo la Ley de Mercados Digitales en marzo de 2024. (AP Photo/Virginia Mayo)

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se está volviendo cada vez más agresivo con la Unión Europea. La regulación digital es uno de sus objetivos.

La Casa Blanca ha emitido un memorando advertir que Estados Unidos podría tomar represalias contra la histórica competencia digital y las leyes de seguridad en línea de la UE, que la administración considera “explotación injusta de la innovación estadounidense”. El Comité Judicial de la Cámara de Representantes controlada por los republicanos, la Cámara del Congreso inferior, también ha escrito a la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea Teresa Ribera, alegando que las leyes tecnológicas de la UE “discriminan” a las empresas estadounidenses.

Los Estados Unidos pueden, como la Unión Europea, querer controlar la gran tecnología, pero está claro que los estadounidenses quieren establecer las reglas.

Esta presión externa encaja con llamadas de crecimiento desde la UE sobre la necesidad de la desregulación para impulsar la competitividad de la UE. Dos informes importantes recientes argumentan que el enfoque de precaución de la regulación del bloque del bloque es una de las razones de su bajo rendimiento en la industria tecnológica de alto crecimiento.

Si abandonar las leyes tecnológicas de la UE aumentaría drásticamente la innovación de la UE es cuestionable. La alternativa realista a la regulación a nivel de la UE es a menudo un conjunto fragmentado de leyes nacionales. La regulación cohesiva puede incluso promover la innovación, como en el caso de la iniciativa de banca abierta de Europa.

En realidad, otros factores, como la falta de mercados de capital y servicios, juegan un papel mucho más importante en el lento crecimiento económico de la UE. Aún así, las regulaciones de la UE tienen un problema de imagen.

La respuesta de la UE a estos desafíos hasta ahora se ha medido, eliminando algunas nuevas propuestas legales y preparándose para “simplificar” ciertas leyes existentes. Afortunadamente, ni la Comisión ni el Parlamento Europeo han abogado por abandonar el libro de reglas digital de la UE. En cambio, las leyes existentes deben hacerse cumplir correctamente.

Con razón: las regulaciones de la UE protegen valores europeos importantes, como la competencia abierta, la transparencia y la privacidad. La emasculación de sus leyes socavaría la promesa de la UE de una orden predecible y basada en reglas. Dado el período de inestabilidad geopolítica que estamos experimentando, es más importante que nunca que el bloque proteja esta ventaja para sus 450 millones de consumidores.

Aún así, no puede ignorar las amenazas a estos marcos. Hay formas de defenderlos.

A largo plazo, basarse en el tamaño del mercado de la UE mientras apoya la aparición de jugadores europeos innovadores podría disminuir la dependencia de los proveedores extranjeros.

Más inmediatamente, la UE puede mejorar la regulación y la aplicación. Eso significa hacer que las regulaciones digitales sean más centradas en garantizar que las empresas tecnológicas entreguen resultados preferidos, en lugar de dictar exactamente cómo diseñan sus servicios. Las leyes de seguridad en línea, por ejemplo, requieren grandes plataformas de redes sociales para mitigar los riesgos, pero permiten que las empresas decidan cómo lo hacen.

Esta flexibilidad puede ayudar a las empresas estadounidenses acomodar tanto las sensibilidades políticas de los Estados Unidos como los requisitos regulatorios europeos. Por ejemplo, si bien algunas empresas han eliminado las medidas de seguridad que Estados Unidos considera objetables, han tomado medidas positivas simultáneamente en Europa, como adoptar el código de conducta voluntario recientemente actualizado para combatir el discurso de odio.

La UE también está utilizando mecanismos de gobernanza inclusivos, que involucran plataformas tecnológicas grandes y pequeñas y sus usuarios, para crear un amplio consenso sobre cómo traducir las regulaciones centradas en los resultados en pasos concretos. Estos foros de implementación deben diseñarse cuidadosamente para que las empresas vean claramente el beneficio de cooperar. Podrían reducir las tensiones transatlánticas demostrando que la preferencia de la UE es trabajar con, no en contra de las empresas de tecnología estadounidenses.

Pasos como estos no son nuevos. No estamos recomendando un gran pivote o pandeo para la presión de la administración Trump. La mejora de la regulación de la UE tampoco resolverá todas las tensiones transatlánticas.

No obstante, la flexibilidad de dar a las empresas tecnológicas ayudan a navegar el creciente abismo entre los enfoques de la UE y los EE. UU. Para la regulación, y brindarnos a las empresas más estacas al ver que las reglas de la UE tengan éxito, son cruciales. Por estresante que sea la relación transatlántica actual, ofrece una oportunidad para que la UE ilustra su compromiso con un enfoque predecible basado en el estado de derecho.

Hacerlo ayudará a la UE a mantener su influencia, el llamado efecto de Bruselas, en la época, la mayoría de los países no quieren seguir el enfoque techno libertario del presidente estadounidense.

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