Op-ed: International Aid es una inversión estratégica en el futuro de Europa
Durante décadas, la Unión Europea se ha enorgullecido de ser uno de los mayores donantes de asistencia para el desarrollo del mundo. Pero a medida que se multiplican las crisis globales, hay signos de que el compromiso de Europa con la ayuda internacional está vacilando. Nunca ese compromiso con las asociaciones e inversiones ha sido más crítico tanto para aquellos que lo necesitan como para el futuro de Europa.
En 2017, el consenso europeo sobre el desarrollo consolidó la promesa de la UE de canalizar el 0,7% de su ingreso nacional bruto a la asistencia del desarrollo para 2030. Pero hoy, la UE está en riesgo de quedarse corto.
Esto es en un momento en que 300 millones de personas necesitan urgente apoyo humanitario, los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU se están quedando fuera del alcance y los Estados Unidos y algunos estados miembros europeos están reduciendo sus gastos de desarrollo. Este es tanto un dilema moral y una cuestión de previsión estratégica.
Poder blando a través de la asistencia internacional
El desarrollo de la asistencia es una de las palancas más poderosas de la UE para dar forma a un mundo estable, próspero y seguro. Ayuda a construir sociedades resilientes, apoyar instituciones en funcionamiento y estimular el crecimiento económico sostenible.
También es un multiplicador de fuerza, algo que aumenta el impacto al involucrar a otros, como hemos visto con la iniciativa Global Gateway de la UE. Utilizado de manera inteligente, la asistencia para el desarrollo puede desbloquear mayores flujos de inversión de los sectores público y privado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que la asistencia de desarrollo “solo no es suficiente”. Utilizado estratégicamente, a través de finanzas combinadas, incentivos políticos y mecanismos de intercambio de riesgos, la asistencia para el desarrollo puede catalizar el cambio transformador. Un cambio de financiamiento basado en proyectos a financiamiento sistémico es cómo convirtimos miles de millones en los billones necesarios para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.
Un estudio reciente de Think Tank ODI Global muestra que la asistencia de desarrollo europeo ha ayudado a sentar las bases para los mercados estables e invertibles. Esto beneficia no solo a los países asociados, sino también a la propia posición económica y multilateral de Europa.
No mantener este enfoque sería miope. La disminución de la inversión se arriesga a desestabilizar aún más las regiones frágiles, acelerando la migración irregular y debilitando la influencia y la seguridad de la UE en un mundo más disputado.
El gasto de seguridad y defensa ahora puede ser las principales prioridades políticas de la UE, pero no podemos ignorar la dimensión humana de la seguridad. La verdadera seguridad comienza en las raíces, no en la frontera. Esto incluye erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, avanzar en los derechos humanos y la igualdad de género, el fortalecimiento de la cohesión social y la construcción de esperanza. La cooperación de desarrollo combinada con inversiones como la estrategia de entrada de Global Gateway de la UE es la estrategia de prevención más rentable que tenemos para estos problemas.
La asistencia internacional ha sido una piedra angular del poder blando de Europa a través de los mercados de apertura, fomentando la estabilidad y anclando la influencia global. La misma lógica se aplica a la migración.
La gestión efectiva de la migración no se trata solo de fronteras más fuertes; Se trata de oportunidades y dignidad para los posibles migrantes en los países de origen. El compacto global para la migración reconoce que los medios de vida sostenibles, la creación de empleo y la protección de los derechos humanos son esenciales. La asistencia para el desarrollo puede entregar todo esto.
Decisión presupuestaria Pivotal para el futuro de la ayuda
El próximo marco financiero multanual de la UE para 2028–2034 es un momento decisivo para la asistencia para el desarrollo. Las decisiones presupuestarias tomadas en Bruselas y los Estados miembros determinarán si Europa continúa liderando el desarrollo sostenible.
Necesitamos una estrategia financiera que coincida con la ambición política para abordar la dimensión humana de la seguridad. El fuerte compromiso de la UE con la acción multilateral requiere una estrategia financiera correspondiente. Eso significa salvaguardar los niveles suficientes de asistencia para el desarrollo y garantizar que las inversiones continúen sirviendo como el eje de un esfuerzo financiero más amplio para el desarrollo, la paz y la prosperidad.
Durante una visita reciente a Bruselas, Guterres llamó a la UE “un pilar fundamental de la respuesta multilateral” a los desafíos más apremiantes del mundo. Europa ha estado a la altura de ese papel, no solo en palabras, sino en acción.
La ayuda internacional no es un complemento opcional. Es una necesidad estratégica, una responsabilidad moral y una característica definitoria del liderazgo global de la UE. Instamos a la UE y sus formuladores de políticas a protegerlo, fortalecerlo y usarlo para construir un futuro más brillante para las personas y el planeta.
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