Op-ed: la agenda verde debe ser el corazón del acuerdo industrial limpio
El acuerdo verde es mejor conocido como compromiso ambiental, pero también es la única estrategia realista para abordar estructuralmente las causas fundamentales de nuestras vulnerabilidades industriales: altos costos de energía, dependencia de las materias primas y la erosión de la competitividad. El acuerdo industrial limpio debe construirse alrededor de esta comprensión.
Si nosotros, como formuladores de políticas, tratamos el acuerdo industrial limpio como simplemente una reacción a las presiones económicas a corto plazo, corremos el riesgo de perder la oportunidad de dar forma a una economía europea resistente, autónoma y orientada al futuro.
Europa aún conserva la excelencia en varios sectores industriales clave. Estas son las bases en las que debemos construir para regenerar las cadenas de valor completas y estratégicas, que sirven no solo a los objetivos climáticos sino también a la autonomía industrial y geopolítica. Es posible que Europa no esté por delante en todos los ámbitos, pero tenemos la capacidad de liderar nuevamente si actuamos de manera decisiva y de manera cohesiva.
En este contexto, el discurso político actual sobre la “simplificación” plantea serias preocupaciones. Es necesario racionalizar los procesos, pero no debe convertirse en una cubierta para la desregulación.
Eso penalizaría a las empresas, especialmente a las PYME, que ya han invertido en tecnologías limpias e innovación sostenible. Necesitan un marco regulatorio estable y coherente que recompensa sus esfuerzos y facilite el acceso a las finanzas, no una carrera hacia el fondo.
Como hice recientemente en el Parlamento Europeo, el acuerdo industrial limpio debe estar respaldado por herramientas comunes fuertes. Estas herramientas deben incluir estrategias de inversión conjuntas, políticas industriales coordinadas, acceso justo a materias primas críticas y reglas de contratación pública que prioricen la sostenibilidad. Sin esto, el acuerdo corre el riesgo de seguir siendo una buena idea con poco impacto.
Este artículo es parte de El parlamento Último informe de políticas, “Entregando el acuerdo industrial limpio de Europa”.
La autonomía estratégica no puede depender únicamente de las políticas militares o fronterizas; Estos son con demasiada frecuencia ideológica, inhumana e ineficaz. También debe incluir independencia energética, liderazgo tecnológico y la capacidad de Europa de definir nuestro propio futuro industrial. Mientras dependamos de las importaciones de combustibles fósiles y los mercados globales inestables, nuestra soberanía seguirá siendo frágil.
Además, la transición hacia un futuro más limpio debe ser socialmente justa. La reindustrialización debería traer buenos empleos, carreras estables y nuevas oportunidades, especialmente para los jóvenes, las mujeres y las regiones más vulnerables. Una transición verdaderamente justa debe involucrar a trabajadores, comunidades y autoridades locales desde el principio. No se trata solo de reducir las emisiones; Se trata de construir una sociedad más fuerte y más justa.
A medida que la nueva Comisión Europea avanza con esta agenda, debemos asegurarnos de que la emergencia climática permanezca en el centro del acuerdo industrial limpio. Esta es nuestra oportunidad de construir una estrategia industrial que ofrece para las personas, el planeta y la economía. No debemos desperdiciarlo.
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