Op-Ed: Por qué la salud mental debe convertirse en una prioridad política para Europa

Op-Ed: Por qué la salud mental debe convertirse en una prioridad política para Europa

Un enfoque holístico y colaborativo permitirá a Europa comenzar de manera efectiva a abordar su crisis de salud mental, particularmente entre sus jóvenes.
Los estudiantes en Roma protestan frente al Ministerio de Salud de Italia para crear conciencia sobre el apoyo a la salud mental. (Zuma Press, Inc./alamy Stock Photo)

Una crisis silenciosa se está extendiendo por Europa: los problemas de salud mental, particularmente entre los jóvenes, están aumentando a un ritmo alarmante. Las presiones sociales, la incertidumbre económica y el costo mental de la vida digital están convergiendo para crear una emergencia de salud de toda la generación. Como médico y fabricante de políticas, creo que es hora de que elevemos la salud mental a la parte superior de la agenda política europea.

En los últimos años, hemos tomado algunos pasos alentadores. La comunicación de 2023 de la Comisión Europea sobre un enfoque integral de la salud mental, junto con un 3 del Parlamento Europeo, proporcionó los fundamentos. Pero estos deben construirse sobre.

Lo que ahora necesitamos es un plan de acción de la UE completamente desarrollado sobre la salud mental, con un fuerte énfasis en la prevención, la intervención temprana y el apoyo juvenil. Esto debe estar respaldado por la integración sostenida de inversiones e políticas en todos los sectores.

Mi propio viaje a la política comenzó en la sala del hospital. Comencé mi carrera como residente psiquiátrico y luego me convertí en cirujano. Esto me dio una visión de primera mano de cómo la salud mental profundamente afecta a las personas, las familias, los cuidadores y los sistemas de salud. Estas experiencias dieron forma a mi convicción de que debemos dejar de separar la salud física y mental, y en su lugar adoptar un enfoque holístico para el bienestar en todas las áreas de la política.

Compartí esta visión en el Congreso de la Asociación Europea de Psiquiatría de 2025 en Madrid, donde hablé de la urgente necesidad de integrar los servicios de salud mental en las escuelas, lugares de trabajo y atención primaria.

Ayuda necesaria para grupos de toda la sociedad

Debemos mejorar la alfabetización de la salud pública y abordar el creciente problema de la información errónea en línea, que distorsiona la comprensión y alimenta el estigma. Esto es especialmente crítico para nuestra juventud. Uno de cada tres jóvenes europeos ahora se siente solo la mayor parte del tiempo, y la autolesión intencional sigue siendo una de las principales causas de muerte en este grupo de edad.

A lo largo de mi trabajo en el Parlamento Europeo, he abogado por un enfoque horizontal y intersectorial para la salud mental. Esto significa reconocer que las decisiones en vivienda, educación, empleo y política digital pueden afectar el bienestar mental. Debemos dejar de tratar la salud mental como una preocupación de nicho confinada a los entornos clínicos y comenzar a tratarla como un problema vital que toca cada parte de la sociedad.

Como el Relator de la Sombra para el Grupo del Partido del Pueblo Europeo en un próximo informe del EP sobre la escasez de la fuerza laboral de la salud, estoy particularmente enfocado en el peaje mental dentro de nuestros propios sistemas de atención médica. Los médicos, las enfermeras y los cuidadores enfrentan el estrés crónico y el agotamiento en toda Europa todo mientras navega por la falta de personal y las presiones del sistema. Necesitamos urgentemente políticas que brinden apoyo de salud mental en el lugar de trabajo, niveles seguros de personal, condiciones justas y acceso a herramientas digitales inteligentes que alivian sus cargas.

Colaboración necesaria para una respuesta efectiva

La innovación debe ser parte de la solución. Desde el diagnóstico de telesalud y IA hasta aplicaciones móviles que respaldan la regulación emocional o las conexiones entre pares, tenemos poderosas herramientas digitales a nuestra disposición. Pero estas tecnologías deben desarrollarse e implementarse con accesibilidad, inclusión y necesidades reales de los pacientes en mente.

Nada de esto puede suceder de forma aislada, por eso trabajo estrechamente con investigadores, médicos, grupos de defensa y pacientes. A través del intergrupo de salud mental en el Parlamento, yo, junto con mis colegas de diferentes grupos políticos, estoy presionando hacia la salud mental convencional en todas las áreas de la política de la UE. El progreso depende de la colaboración entre instituciones, sectores y fronteras.

La Cumbre de Salud Mental 2025, que seré co-anfitriona con el MEP Zoltán Tarr en el Parlamento del 19 al 20 de mayo, es un ejemplo de estos esfuerzos. Reunirá voces de la política, la salud y la cultura, poniendo especial énfasis en el papel de la cultura en la configuración del bienestar mental. Promoverá un enfoque holístico y transdisciplinario para la política de salud mental. Los expertos, pacientes, artistas y formuladores de políticas se unirán para explorar cómo la cultura, la ciencia y la atención pueden trabajar de la mano para fomentar una Europa más resistente.

La salud mental no es solo un problema de salud. Es una base para la productividad económica, la cohesión social y la participación democrática. Si queremos una Europa que sea resistente, justa y lista para el futuro, debemos tomar en serio el bienestar mental.

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