Burkina Faso es uno de los países menos electrificados del mundo. Según datos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), sólo alrededor del 20% de la población tiene acceso a la electricidad. Sin embargo, la electricidad es una necesidad urgente y fundamental para el desarrollo económico.
El gobierno militar, que llegó al poder mediante un golpe militar en 2022, firmó recientemente una declaración de intenciones destinada a aumentar el suministro eléctrico del país. Como parte del acuerdo, Rosatom, una empresa estatal rusa, será responsable de la construcción de una central nuclear. Este desarrollo podría mejorar significativamente la capacidad eléctrica de Burkina Faso en los próximos años, pero los expertos se muestran escépticos sobre la viabilidad del proyecto.
Ibrahim Traore ha gobernado el país desde el golpe militar de 2022 y, a sus 35 años, es el presidente en ejercicio más joven del mundo. En gran medida le ha dado la espalda a Francia, la antigua potencia colonial, como socio y, en cambio, ha puesto su mirada en la Rusia de Vladimir Putin.
La energía solar como opción viable
Para críticos como Adrien Poussou, ex ministro de reconciliación nacional de la República Centroafricana, la construcción de una central nuclear es simplemente una forma de propaganda rusa.
“Es absurdo que el continente africano, que tiene sol, pueda tener problemas de energía y electricidad”, afirma el analista político a JJCC.
La energía solar debería ser la solución, no un acuerdo para construir una central nuclear, subrayó.
Burkina Faso no es el único país africano que incursiona en la energía nuclear en colaboración con socios extranjeros. Rosatom también pretende ayudar a Malí a aprovechar la energía nuclear civil.
Además, Rosatom está construyendo la primera central nuclear de Egipto en la ciudad de El Dabaa, en la costa mediterránea. El proyecto, iniciado en 2022, comprenderá cuatro bloques de centrales eléctricas rusas, cada uno de los cuales generará 1.200 MW de potencia.
Otras partes de África también están considerando la energía nuclear como una opción viable y baja en carbono para generar electricidad junto con fuentes de energía renovables.
El Ministerio de Energía de Uganda anunció en marzo de este año que se utilizaría energía nuclear para generar más electricidad en el país para 2031. Según se informa, se están realizando preparativos para evaluar un sitio en el distrito Buyende del este de Uganda para la construcción de la primera planta de energía nuclear.
En ese sentido, Uganda firmó un acuerdo con la Corporación Nuclear Nacional de China (CNNC) para construir conjuntamente dos bloques de reactores ubicados a 120 kilómetros (75 millas) al noreste de Kampala.
Los planes nucleares de Kenia
La vecina Kenia ha expresado su intención de comenzar a construir una central nuclear en el año 2027, con un plazo de construcción estimado de 10 años.
Actualmente se están considerando como posibles ubicaciones los distritos de Kilifi y Kwale, situados cerca de la metrópolis portuaria de Mombasa.
La autoridad nuclear de Kenia, NuPEA, ha declarado que la central eléctrica, una vez terminada, podrá satisfacer la creciente demanda energética del país generando aproximadamente 1.000 megavatios de energía.
XN Iraki, analista de la Universidad de Nairobi, expresó su escepticismo a JJCC. “Es sorprendente que estemos entrando en la energía nuclear a pesar de que tenemos tanta energía”.
Después de todo, Kenia es ampliamente reconocida como pionera en África por su utilización de fuentes de energía renovables como la solar, la eólica y la geotérmica, que en conjunto contribuyen a la generación de electricidad verde.
Actualmente, el país obtiene alrededor del 90% de su energía de fuentes renovables, principalmente energía geotérmica, hidroeléctrica y eólica. El gobierno de Kenia se ha fijado el objetivo de satisfacer todas sus necesidades energéticas mediante fuentes renovables para el año 2030.
Por otra parte, Alemania y Kenia alcanzaron un acuerdo sobre una asociación para el clima y el desarrollo durante la Conferencia Mundial sobre el Clima (COP27) en Sharm el Sheikh, que tuvo lugar en noviembre de 2022.
Una bolsa mixta
En cuanto a la cuestión de la energía atómica, Iraki sospecha que los inversores están motivados principalmente por las posibles ganancias financieras asociadas con la introducción de plantas de energía nuclear en África.
Sin embargo, “se están cerrando en otros lugares del mundo porque la energía nuclear no es muy popular en muchos países industrializados”, señaló.
Iraki también advirtió sobre los riesgos potenciales asociados a accidentes de reactores, como los de Chernobyl en 1986 y Fukushima en 2011.
¿Nuevo enfoque?
Los ejemplos mencionados hasta ahora se refieren a tipos de reactores que ya existen decenas de veces en otros países.
Ruanda está adoptando un enfoque único: Dual Fluid Energy Inc., una empresa canadiense-alemana, se dispone a construir un reactor de prueba con una tecnología novedosa.
Según la Autoridad de Energía Atómica de Ruanda, la nueva empresa ha logrado crear un innovador combustible líquido y refrigerante utilizando plomo. Según se informa, este avance ha dado lugar a una reducción de los residuos radiactivos.
¿Oportunidad para los inversores, no para África?
Expertos como Iraki consideran que el auge de la energía nuclear en África no beneficia al continente. Según él, el creciente interés de los inversores se debe a la necesidad de explotar un mercado.
Los críticos de la energía nuclear señalan a países como Ghana, Nigeria, Sudán, Zambia y Zimbabwe, que han firmado cartas de intención con socios para explorar usos potenciales de la energía nuclear en la próxima década, pero donde muchos de esos proyectos en el pasado se han desmaterializado. .
Sudáfrica sirve de ejemplo. Actualmente, es el único país de África que ha establecido y operado con éxito una central nuclear. El único reactor operativo en el continente está ubicado en Koeberg, cerca de Ciudad del Cabo, y entró en funcionamiento en 1984.
Sudáfrica lleva años contemplando la expansión de la energía nuclear. En la actualidad, una parte importante de su electricidad se genera a partir de carbón, lo que tiene un impacto negativo en el clima.
Además, el proveedor estatal de electricidad, Eskom, enfrenta importantes desafíos para satisfacer adecuadamente las demandas de electricidad tanto de las industrias como de la población en general.
Poner acentos
La princesa Mthombeni, activista sudafricana y cofundadora de Africa4Nuclear, mira hacia el futuro y da un giro a los acontecimientos. La “nuclear” es una oportunidad para el continente, afirmó a JJCC.
“Veo esto como un gran paso porque las naciones africanas finalmente necesitan priorizar la industrialización para hacer crecer sus economías y crear empleos muy necesarios para su gente”.
“Es hora de que nosotros, como continente africano, no reinventemos la rueda, sino que utilicemos tecnologías energéticas que han demostrado su eficacia en los países desarrollados”, dijo a JJCC.
El joven activista cree que centrarse en la industrialización de los países africanos es un paso crucial para impulsar sus economías y crear empleos muy necesarios. Para ella, sería estupendo que los países africanos adoptaran “tecnologías básicas como la energía nuclear, así como una combinación socioeconómicamente sensata y responsable de fuentes de energía renovables como la eólica y la solar”.