Por qué el espacio es importante para usted, Europa y la vida en la Tierra

Por qué el espacio es importante para usted, Europa y la vida en la Tierra

Una política espacial europea unificada y adecuadamente financiada no es sólo deseable; es imperativo.
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Imagine la vida sin pronósticos meteorológicos precisos, servicios de emergencia eficientes o incluso el lujo de navegar por lugares desconocidos con su teléfono inteligente. Estas no son simplemente comodidades, sino componentes esenciales de nuestro estilo de vida moderno. ¿Y adivina qué? Todos ellos dependen de la destreza de Europa en tecnología espacial. Como miembro del Parlamento Europeo, creo firmemente que Europa no sólo debe participar sino liderar la innovación espacial. Las razones son sencillas: nuestra vida diaria, nuestra seguridad futura e incluso la salud de nuestro planeta dependen de ello.

Europa ya ha demostrado que es un actor vital en el espacio. Consideremos Copérnico, nuestro programa de observación de la Tierra. Más allá de proporcionar pronósticos meteorológicos, ayuda a los agricultores a comprender mejor las condiciones del suelo y ayuda en las operaciones de rescate durante desastres naturales como inundaciones o incendios forestales. Luego está Galileo, a menudo denominado “el GPS europeo”. No sólo impulsa la navegación de su teléfono inteligente; lo hace con mayor precisión y confiabilidad. En el horizonte, tenemos proyectos interesantes como IRIS², una red de comunicación segura diseñada para proteger nuestros datos de las amenazas cibernéticas.

La utilidad de la tecnología espacial no se limita a mejorar nuestras comodidades diarias; es indispensable para preservar la vida en la Tierra. Los datos satelitales contribuyen a monitorear las tasas de deforestación, las corrientes oceánicas e incluso la calidad del aire. Estos conocimientos permiten a los formuladores de políticas y a los científicos tomar medidas significativas contra el cambio climático, preservando así los hábitats naturales y la biodiversidad.

Eurodiputado Grudler

El eurodiputado Christophe Grudler es miembro del grupo Renew Europe de Francia. Es miembro de la Comisión de Industria, Investigación y Energía.

Sin embargo, no todo es fácil. Europa se enfrenta actualmente a un desafío enorme debido a un déficit presupuestario. Sorprendentemente, Europa invierte siete veces menos que Estados Unidos en su política espacial. Esta disparidad financiera obstaculiza nuestros esfuerzos por ser autosuficientes, piedra angular de cualquier visión de autonomía estratégica. La dependencia de otras naciones para el acceso al espacio no sólo compromete la seguridad de nuestros datos sino que también pone en riesgo nuestra soberanía tecnológica.

Aún más preocupante es la actual falta de acceso autónomo de Europa al espacio. En términos simples, si no tenemos nuestros propios lanzadores, no tenemos una política espacial. Esta dependencia de las capacidades de lanzamiento extranjeras socava gravemente nuestra autonomía estratégica, perjudicando las misiones de seguridad y defensa. ¿La causa principal? Gobernanza fragmentada, decisiones industriales inconsistentes y una marcada falta de inversión en nuestras capacidades espaciales. Ya es hora de que abordemos estas cuestiones.

Sorprendentemente, Europa invierte siete veces menos que Estados Unidos en su política espacial.

Tampoco nos olvidemos de la sostenibilidad. A medida que aumenta el número de satélites, también aumenta la posibilidad de que se produzcan desechos espaciales, lo que pone en peligro futuras misiones. Europa está comprometida a liderar las regulaciones de sostenibilidad para mitigar este riesgo. Estamos enfocados en lanzar constelaciones de satélites más inteligentes que tengan un impacto ambiental mínimo.

En resumen, el espacio no es motivo de especulación ociosa ni tema de ciencia ficción. Es, en todos los sentidos, vital para nuestra vida diaria, la seguridad nacional y el bienestar planetario.

Una política espacial europea unificada y adecuadamente financiada no es sólo deseable; es imperativo.

Los desafíos son enormes, pero las recompensas, tanto terrestres como extraterrestres, están más allá de toda medida.


Haga del espacio una máxima prioridad

Programas ambiciosos como IRIS² y Galileo y nuevas tecnologías como la tecnología de comunicaciones cuántica y láser serán clave para nuestro futuro: una Europa segura, digital y conectada.

Desde la protección de los ciudadanos hasta el pronóstico del tiempo, desde la protección del clima hasta las aplicaciones de su teléfono: el espacio es la base de nuestra vida moderna y un foco de innovación. Tome paneles solares. Una vez desarrollados para satélites, ahora son un pilar clave de la transición energética.

La UE ha desempeñado un papel importante en la tecnología espacial. Los satélites de observación de la Tierra del programa Copernicus proporcionan grandes cantidades de datos que están a la vanguardia del seguimiento de la deforestación, el aumento del nivel del mar y las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Desempeñan un papel fundamental en el seguimiento de los incendios forestales.

Sin embargo, en los últimos años, otras naciones se han puesto al día y ahora ejecutan sus propios y ambiciosos programas espaciales. Europa no sólo se está quedando atrás, sino que corre el riesgo de depender peligrosamente de otras potencias globales para su seguridad, conectividad e independencia económica. No debemos permitir que esto suceda.

La solución es clara: Europa necesita hacer del espacio una máxima prioridad. Tenemos las capacidades tecnológicas. Lo que nos falta es un sentido de urgencia y financiación. Otros países se han dado cuenta desde hace tiempo de que el espacio necesita una financiación adecuada y continua. Europa debe hacer lo mismo para evitar dependencias que afecten a todos los aspectos de nuestras vidas y lleguen más rápido de lo que nos gustaría, ya que vivimos en una era de innovación multipolar acelerada.

A medida que la guerra ha regresado a suelo europeo y la rivalidad geopolítica se intensifica, también debemos reforzar la resiliencia de nuestros activos espaciales. La seguridad y el espacio están interconectados, lo que requiere tanto innovación de doble uso como inversión en desarrollo de capacidades.

Michael Schöllhorn

Michael Schöllhorn es el director ejecutivo (CEO) de Airbus Defence and Space.

Si bien nuestro compromiso debe extenderse a todas las tecnologías espaciales, la futura constelación europea de satélites IRIS² es crucial. IRIS² es el nuevo programa espacial emblemático de la UE para una Europa digital, resiliente y más segura. Proporcionará a la UE comunicaciones y conectividad ultraseguras, incluso a zonas que actualmente no se benefician de Internet de banda ancha, así como a África.

La amenaza de ciberataques a satélites ya no es un escenario de película. Un simple código malicioso logró derribar partes enteras de la red de comunicaciones VIASAT, utilizada por el ejército ucraniano. Este ciberataque se extendió dentro de la UE y destruyó miles de turbinas eólicas en Europa central. Es fundamental que garanticemos que la información esté controlada de un extremo a otro, y ese es el propósito de IRIS²: garantizar que Europa pueda operar en un entorno altamente seguro e interconectado.

Programas ambiciosos como IRIS², Galileo y nuevas tecnologías como la tecnología de comunicaciones cuántica y láser serán clave para nuestro futuro: una Europa segura, digital y conectada. Debemos actuar juntos ahora para proteger los intereses de Europa y de sus ciudadanos. Esto requiere financiación adecuada, voluntad política y un sentido de urgencia, empezando ahora mismo.