Los reclusos de un centro penitenciario de la ciudad ecuatoriana de Cuenca tomaron como rehenes a 50 guardias y siete policías, dijo el ministro del Interior, Juan Zapata.
“Estamos preocupados por la seguridad de nuestros funcionarios”, dijo en una conferencia de prensa en la capital, Quito. Los comentarios de Zapata se produjeron en medio de un día en que dos coches bomba explotaron en Quito, supuestamente en respuesta a los esfuerzos de las autoridades por limpiar el sistema penitenciario del país.
“Hay acciones violentas como la de los dos autos quemados en Quito anoche, claramente eso es una reacción a una acción. La acción de imponer orden en los penales, la reacción de intimidar”, dijo el presidente Guillermo Lasso en un evento habitacional en Los Provincia de Ríos.
El periodista local Christian Sánchez Mendieta informó que los prisioneros habían llegado a los techos de la prisión el jueves.
¿Qué llevó a la situación de los rehenes?
Las bandas de narcotraficantes en Ecuador están actualmente inmersas en una guerra por el poder, con las prisiones como centros de operaciones.
Los tres penales de Latacunga, Cuenca y Azogues estarían presuntamente controlados por la banda criminal Los Lobos. Los altercados entre Los Lobos y miembros de otras bandas del crimen organizado han matado a más de 430 reclusos en prisiones de Ecuador desde 2021.
Lasso, el 24 de julio, decretó un estado de emergencia de 60 días para todo el sistema penitenciario, lo que le permitió desplegar militares en las cárceles para una ola de limpieza.
Cientos de militares y policías realizaron este miércoles un operativo de búsqueda en el penal andino de Latacunga en un intento de encontrar e incautar armas, municiones y explosivos.
Las autoridades confiscaron en el penal de Latacunga 49 armas blancas, dos chalecos antibalas, municiones, dinero en efectivo, trece galones (49,2 litros) de alcohol, 39 dispositivos de comunicación móvil, cinco chips telefónicos y cuatro tarjetas micro SD adicionales.
La redada en Latacunga siguió a redadas similares realizadas en semanas anteriores en el complejo penitenciario de Guayas, donde las autoridades encontraron rifles, granadas y lanzagranadas, entre otros artículos prohibidos.
El motín en la cárcel de Cuenca comenzó inicialmente como protesta contra esta intervención. Posteriormente, las autoridades indicaron que la detención fue en protesta por el traslado de los reclusos a otros centros penitenciarios.
Apelación de los rehenes
Un vídeo viral, presuntamente grabado dentro de la prisión de Cuenca por los policías y funcionarios penitenciarios detenidos, los muestra apelando al gobierno para garantizar su liberación.
Uno de los portavoces del vídeo, el teniente de policía Alonso Quintana, apeló a que el gobierno “no tome decisiones que violen los derechos humanos de las personas privadas de libertad”.
Según los informes, hay 400 militares y 200 policías desplegados fuera de la prisión, que no han podido entrar en las instalaciones desde el miércoles.
mk/sms (AFP, EFE)