Artículo de opinión: Para ser un continente de IA, Europa necesita innovación y simplificación

Artículo de opinión: Para ser un continente de IA, Europa necesita innovación y simplificación

La legislación digital de la UE mantiene seguros a sus ciudadanos y empresas, pero requiere revisión si el bloque realmente quiere convertirse en un innovador digital.
Los eurodiputados votan sobre la Ley de IA en Estrasburgo, junio de 2023 (Foto AP/Jean-Francois Badias)

La Unión Europea ha cambiado significativamente las reglas tecnológicas globales con sus regulaciones recientes, incluida la Ley de Servicios Digitales, la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Inteligencia Artificial (IA). Pero para seguir siendo competitivo en la carrera tecnológica global y aprovechar los beneficios sociales de la tecnología, debe adecuar su entorno regulatorio a su propósito. Ahora es el momento de centrarse en la innovación, la simplificación digital y las inversiones, no en nuevas regulaciones.

La UE necesita un enfoque holístico para su reglamento digital. Muchos de sus actos legislativos son sensatos y fomentan prácticas comerciales responsables. Pero las empresas no deberían tener que contratar más abogados que ingenieros sólo para cumplir con los requisitos de la legislación de la UE. Como formuladores de políticas, debemos racionalizar y aclarar la legislación para reducir las superposiciones regulatorias y las cargas burocráticas, particularmente para las PYME.

Permitiendo la innovación

Debemos cambiar el enfoque para permitir la innovación. Europa necesita atraer a los mejores talentos y equilibrar la Ley de IA basada en el riesgo, que clasifica tecnologías específicas en cuatro niveles de riesgo: inaceptable, alto, limitado o mínimo, con iniciativas que fomenten la adopción de la IA por parte de las empresas y el sector público. El desarrollo y el uso de herramientas de inteligencia artificial serán cruciales para fortalecer la competitividad de Europa y mejorar la calidad del bienestar, por ejemplo en la atención sanitaria.

Los sandboxes (entornos diseñados para probar nuevas tecnologías) pueden ser una herramienta importante, pero no serán suficientes si tenemos una regulación excesiva generalizada. La Ley de IA debe implementarse de manera pragmática, comprendiendo los casos comerciales de la tecnología, y las autoridades supervisoras deben evitar una aplicación demasiado estricta de las reglas.



Simplificando el libro de reglas digital

El reglamento digital europeo necesita una evaluación periódica para garantizar que sigue siendo adecuado a su propósito y no aumenta las cargas para las empresas. La Ley de IA debería incluirse en el próximo ‘ómnibus’ digital diseñado para racionalizar la legislación existente y hacerla más viable para las empresas. Al implementar la Ley de IA, es necesaria claridad jurídica, en particular en lo que respecta a los requisitos de alto riesgo.

Deben eliminarse las superposiciones y las interpretaciones contradictorias en las leyes digitales más amplias. Estos problemas se ven exacerbados por la sobreprotección nacional (la extensión de los poderes de las directivas de la UE cuando se transponen a la legislación de los estados miembros) y la fragmentación regulatoria. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE es sólo un área que se beneficiaría de una simplificación y una aplicación más uniforme.

Inversión creciente

La UE debe aumentar la inversión. Europa tiene talento, universidades y nuevas empresas potentes, pero muy pocas empresas crecen dentro del bloque, que sigue muy atrasado en financiación. En 2024, Estados Unidos lideró a nivel mundial con 109 mil millones de dólares en inversiones privadas en IA, mientras que Suecia, el país de la UE con la clasificación más alta, ocupó el cuarto lugar con 4,34 mil millones de dólares.

Necesitamos invertir más en investigación, movilizar capital privado y completar la Unión del Ahorro y la Inversión. Si queremos campeones europeos en el sector, necesitamos un clima de inversión que sea favorable al capital riesgo.

La UE no debería imponer nueva legislación digital, a menos que proporcione ventajas significativas para la competitividad o aborde lagunas jurídicas claras identificadas mediante evaluaciones de impacto. Más niveles de legislación sólo harán que las cosas sean más difíciles para las empresas europeas.

La retirada por parte de la Comisión de la Directiva sobre responsabilidad de la IA es un gran comienzo hacia la simplificación; ya reduce las cargas que la Ley de IA impone a las empresas. Debemos evaluar los marcos existentes, incluida la Ley de IA y la Directiva sobre responsabilidad de los productos, antes de agregar nuevos niveles de responsabilidad.

Una buena legislación debe ser proporcionada y neutral desde el punto de vista tecnológico. Las reglas no deben duplicarse. En cambio, las disposiciones relacionadas con la IA deberían integrarse en la legislación existente para que la implementación de nuestra legislación digital sea viable.

Esto creará previsibilidad para las empresas y las personas, garantizando que la legislación de la UE esté preparada para el futuro y no sofoque la innovación.