Artículo de opinión: Recalibrar las políticas de carbono para equilibrar los objetivos empresariales y climáticos
El Pacto Verde se enfrenta a presiones políticas, y algunos en Bruselas piden que se descarte total o parcialmente en deferencia a una nueva palabra de moda: competitividad.
En el Comité Económico y Social Europeo (CESE), que asesora a los órganos legislativos de la UE, creemos que el Pacto Verde debe permanecer vigente, pero recalibrarse para reflejar las realidades actuales, y debe seguir evolucionando para seguir siendo adecuado a su propósito.
En una opinión publicada en septiembre, emitimos recomendaciones sobre cómo lograrlo, incluido un mapeo de las medidas adoptadas, un examen de cómo interactúan los diferentes objetivos sectoriales y tecnológicos específicos y un seguimiento del progreso. También proponemos mejoras específicas al Sistema de Comercio de Emisiones (ETS), el Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM) y los modelos de financiamiento.
Medidas para fomentar la inversión
Para el ETS, recomendamos medidas para reducir la volatilidad de los precios del carbono, lo que alentaría una mayor inversión. Esto podría incluir la revisión del mecanismo de reserva para la estabilidad del mercado. El ETS también debería actualizarse para consolidar las diversas fuentes de crédito, tal vez fusionando o vinculando el ETS con el ETS2 y otros mecanismos como los créditos de eliminación de carbono o los créditos del Artículo 6 en virtud del Acuerdo de París.
Métodos de informes más fluidos
En términos de CBAM, se debe facilitar que las empresas informen sobre las emisiones reales de proveedores extranjeros. A los importadores que, a pesar de esfuerzos razonables y verificables, no puedan recopilar datos reales sobre las emisiones de sus proveedores se les debe permitir utilizar las mejores estimaciones durante un período provisional, siempre que no estén por debajo de los valores por defecto pertinentes.
Las empresas también han notado que el sistema de informes es torpe y difícil de usar, lo que genera una carga de cumplimiento, especialmente para las empresas más pequeñas.
Para que el Pacto Verde evite imponer una carga excesiva a las empresas, especialmente en sectores difíciles de descarbonizar, es crucial que las políticas impidan una pérdida involuntaria de competitividad. De lo contrario, las industrias podrían trasladar sus operaciones fuera de Europa, lo que podría empeorar las emisiones globales y aumentar las dependencias externas de la UE.
Green Deal necesita un supervisor independiente
El Pacto Verde debe ser monitoreado continuamente y, si es necesario, actualizado para evitar efectos potencialmente dañinos para la sociedad y la economía. Creemos que el CESE debería estar facultado y dotado de los recursos necesarios para desempeñar el papel de supervisor independiente de la aplicación del Pacto Verde.
La estrategia climática de la UE no debe verse como un documento estático, sino más bien como una visión para 2050 que debe someterse a un proceso constante de adaptación en respuesta a su propio progreso y al impacto de los acontecimientos externos.