Cerrando la brecha en la atención de la diabetes: la historia de Juan Antonio

Cerrando la brecha en la atención de la diabetes: la historia de Juan Antonio

La diabetes puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de la vida, trayendo consigo el riesgo de sufrir otras enfermedades crónicas. Los responsables políticos deben actuar para abordar las necesidades insatisfechas y las desigualdades en la atención y el apoyo en toda la UE
Juan Carlos (centro) su padre Juan (izquierda) y su nieto Martín (derecha)
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Juan Antonio vive en Murcia, España, con su esposa y su hijo Martín, de cinco años. Le diagnosticaron diabetes tipo 2 (DT2) durante la pandemia de COVID-19, justo antes de cumplir 40 años, una edad relativamente temprana para un diagnóstico de diabetes tipo 2, aunque esto se está volviendo cada vez más común. El descubrimiento de Juan Antonio fue casi por casualidad; Con curiosidad por su propia salud, controló su nivel de glucosa en sangre utilizando el medidor de su padre (a Juan le diagnosticaron diabetes tipo 2 hace 18 años). Esta acción aparentemente pequeña y espontánea probablemente alteró el camino de la vida de Juan Antonio, ayudándolo potencialmente a evitar complicaciones más graves que a menudo se observan en casos no diagnosticados.

Hoy en día, casi un tercio de los casos de diabetes en Europa no se diagnostican. El diagnóstico temprano no sólo puede prevenir o retrasar complicaciones que alteran la vida, sino también aliviar la carga sobre los sistemas de salud. Las personas que viven con diabetes (PcD) enfrentan un alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales crónicas y retinopatía diabética, por nombrar algunas. También tienen entre dos y tres veces más probabilidades que aquellos sin diabetes de sufrir depresión.

El diagnóstico de Juan Antonio quizás no debería haber sido una sorpresa, ya que es bien sabido que la predisposición genética juega un papel clave, junto con la exposición a factores estresantes ambientales y la presencia de algunos factores de riesgo modificables. Sin embargo, todavía se necesita investigación para comprender completamente qué desencadena la diabetes tipo 1 y tipo 2, y cómo el tratamiento y el apoyo pueden ser más personalizados.

Aún se necesita investigación para comprender completamente qué desencadena la diabetes tipo 1 y tipo 2, y cómo el tratamiento y el apoyo pueden ser más personalizados.

Esta investigación es aún más significativa para Juan Antonio y su familia, ya que a su hijo, Martín, le diagnosticaron diabetes tipo 1 (DT1) hace tres años. Mientras Juan Antonio lidiaba con las exigencias de controlar la diabetes Tipo 1 de un niño pequeño las 24 horas del día, se encontró enfrentando ansiedad, culpa y estrés, lo que lo llevó a buscar apoyo psicológico. Necesitaba aceptar que las fluctuaciones de la glucosa en sangre, especialmente en niños pequeños, son difíciles de controlar y no están bajo su control total. Pronto, Martín recibirá una bomba de insulina conectada a un monitor continuo de glucosa, lo que debería ayudar a aliviar la carga diaria de gestión. Sin embargo, con las transiciones escolares en el horizonte, Juan Antonio tiene nuevas preocupaciones: cómo se manejarán las necesidades de Martín, especialmente porque su nueva escuela podría carecer del ambiente de apoyo que tenía en el preescolar.

El diagnóstico de Martín también cambió la forma en que Juan Antonio veía su propia diabetes y la de su padre. La diabetes tipo 2 de Juan había progresado con el tiempo y finalmente requirió terapia con insulina. Sin embargo, como muchas personas con diabetes tipo 2, recibió poco apoyo más allá de la medicación. Los cambios en el estilo de vida que a menudo se necesitan para controlar la glucosa en sangre pueden parecer abrumadores e inalcanzables sin apoyo y recursos continuos. La experiencia de Juan Antonio subraya las brechas en la atención y el apoyo a la diabetes que afectan a tantas familias.

La diabetes puede afectar a cualquier persona en cualquier momento de la vida, trayendo consigo el riesgo de sufrir otras enfermedades crónicas. Para abordarlos es necesario un acceso temprano a tratamientos y apoyo adecuados y centrados en la persona. Sin embargo, persisten necesidades insatisfechas y persisten desigualdades en la atención y el apoyo en toda la UE.

Tenemos el conocimiento para marcar la diferencia. Para conmemorar el Día Mundial de la Diabetes, instamos a los responsables políticos a actuar ahora, para que personas como Juan Antonio, Martín y Juan (y los otros 32 millones de personas con diabetes en la UE) puedan vivir una vida más sana y plena con el apoyo que necesitan para lograr la mejor salud posible. resultados.